De entre todos los directores cinematográficos del siglo XX hay pocos nombres que resuenan tan fuerte como los de Steven Spielberg y Stanley Kubrick. Dos grandes cineastas con dos visiones del mundo, dos formas de narrar historias, dos carreras llenas de logros, dos leyendas unidas por una amistad que se materializo en un proyecto en conjunto. Steven Spielberg famoso por dirigir clásicos como E.T. el extraterrestre, Jurassic Park e Indiana Jones, mantuvo una cercana relación de amistad y admiración con el también cineasta Stanley Kubrick, director de obras maestras como Naranja Mecánica, El resplandor y Full Metal Jacket.
Entre estas dos leyendas existía una relación de admiración mutua, Spielberg se refería a Kubrick como “el mejor director de la historia” mientras que Kubrick reconocía la habilidad de Spielberg para crear largometrajes que resonaban con las audiencias de todo el mundo. Este lazo de admiración plantó el camino para un proyecto en el que el director de Lolita había estado trabajando desde la década de los setentas, pero al que desgraciadamente no llegaría con vida para verlo materializarse.
A lo largo de su carrera como director, Stanley Kubrick siempre se sintió atraído por la idea de la inteligencia artificial y el poder de las maquinas para emular los sentimientos humanos. Muestra de ello fue HAL, la famosa supercomputadora de la película 2001: Una odisea en el espacio. El interés de Kubrick por las maquinas sensibles, lo condujo a la novela Los superjuguetes duran todo el verano, escrita por Brian W. Aldiss, autor especializado en ciencia ficción. De dicha obra, Kubrick buscaría adaptar una historia con el nombre de A.I Inteligencia Artificial, sin embargo las limitaciones tecnológicas de la época provocarían que dicha adaptación no pasara de la pre-producción.
La década de los noventas traería consigo una serie de revoluciones tecnológicas con aplicaciones al cine,provocando que Kubrick reavivara su interés por un proyecto que hace 20 años se le negaba. Kubrick se acerco a su amigo Spielberg para proponerle dirigir la cinta sobre inteligencias artificiales, ya que sentía que sus virtudes para apelar a un público más amplio, así como su habilidad para plasmar emociones en la pantalla se adaptaban mejor a las características del proyecto con el que llevaba décadas soñando. Sin embargo, el director de Hook se negó a dirigir la película, aceptando trabajar únicamente en la conceptualización y guiones del proyecto.
En 1999 la película sufrió un nuevo contratiempo pues la tragedia la golpeó. El legendario director Stanley Kubrick había fallecido, dejando inconcluso el sueño que tenia desde hace décadas. Sin embargo, fue durante este momento de crisis donde Spielberg decidido tomar las riendas del proyecto convirtiéndose en el director de una cinta en donde buscó hacer una simbiosis entre su estilo que apelaba a grandes audiencias y el estilo mas cerebral, característico de su difunto colega.
I.A. nos cuenta la historia de David un niño robótico primero en su tipo ya que contaba con la capacidad de amar. Cuando los padres adoptivos de David lo abandonan en el bosque, este emprende un viaje para convertirse en un niño de verdad (al mas puro estilo Pinocho) para recuperar el amor de sus padres y que lo acepten de nuevo en casa. La trama aborda temas muy complejos, relacionados con el amor y si este está restringido a los seres biológicos.
Por su parte, Spielberg navega magistralmente la exploración de la conciencia humana en una cinta de ciencia ficción orientada para disfrutarse en familia y dedica la película a su amigo, colega y mentor quien inició el proyecto, pero nunca lo pudo ver concluir.
La cinta es una mezcla entre las habilidades de Spielberg para mostrar emociones en pantalla y las tramas cerebrales y provocativas de Kubrick, siendo también una muestra de respeto, amistad y perseverancia que ha quedado inmortalizada al tratar temas que cada día cobran más relevancia y hoy puedes encontrar en Apple TV y Amazon Prime Video.
TRR