Sam Esmail ha creado una nueva película que podríamos catalogar bajo el género de thriller psicológico y está protagonizada por Julia Roberts. Se trata de Dejar el mundo atrás y sí, cumpliendo todo pronóstico, se ha convertido en un éxito de Netflix.
Entre los aspectos más relevantes de la producción está su impresionante final, el cual ha sido explicado por decenas de expertos e incluso ha recibido diversas interpretaciones por parte de los fans de Roberts y Esmail, pero hay un detalle aún más importante que ha capturado la atención de los espectadores.
Se trata de la aparición de los ciervos en los momentos más tensos de la película, y es que a pesar de que estos animales son tranquilos y de los más inofensivos de la naturaleza, en la trama su presencia resulta inquietante y por demás terrorífica.
Durante una entrevista a Tudum e Netflix en la que Esmail brindó más detalles sobre esta adaptación a la novela homónima del escritor Rumaan Alam, quien se desempeñó como productor ejecutivo para este proyecto, el cineasta dijo que la inclusión de los ciervos nace de la necesidad de "convertir esa dulce imagen en una especie de amenaza, casi advertencia".
"Son todos digitales... Es una demostración de Chris Harvey, mi supervisor de efectos visuales; Dione Wood, mi productora de efectos visuales; y Alec Hart, que está en el equipo de efectos visuales", explicó Esmail al ser cuestionado sobre si los animales eran reales.
Luego agregó: "sabían que queríamos que los ciervos parecieran lo más reales posible y estaban en el plato. Teníamos maquetas para que los actores tuvieran algo con lo que grabar y nos aseguramos de que la iluminación del pelaje fuera lo más precisa posible".
"Tomar las cosas que nunca consideramos una amenaza y darles la vuelta" forma para Esmail parte del truco de la película y así ahora, cada vez que veas un ciervo en esta cinta apocalíptica sabrás que lo peor está por venir.