Antes de que el streaming se convirtiera en uno de los principales medios de consumo de entretenimiento a nivel mundial, existía YouTube. La icónica plataforma de videos que tuvo su debut en 2005, hoy enfrenta una transición hacia el mundo de las suscripciones, la música y la variedad de formatos de contenidos, compitiendo brutalmente contra las redes sociales y cerca de cumplir su aniversario número 20 de existencia.
Por tal motivo, recientemente hemos visto ante ella un enorme aumento en las solicitudes de bloqueadores de anuncios que se traducen como un desorbitante intento de lucha contra la gran cantidad de publicidad y anuncios que interrumpen la reproducción de los contenidos en la plataforma.
Además, si utilizas un bloqueador de publicidad en tu navegador y en la versión de ordenador, es posible que hayas visto estas nuevas alertas de YouTube que nos indican que los bloqueadores no son buenos, y te dicen que tienes que eliminarlos para poder ver su contenido.
Aunque por ahora no parece posible que YouTube obligue a los usuarios de la Unión Europea a desactivar sus bloqueadores, según el abogado especializado en privacidad, Alexander Hanff, sí se requiere consentimiento para utilizar la detección de bloqueadores de anuncios.
Por lo tanto, Hanff presentó una denuncia contra YouTube por el uso de Javascript, un lenguaje para detectar bloqueadores, inadecuadamente.
El objetivo de YouTube es claro: impulsar a los usuarios hacia la suscripción YouTube Premium, ya que no hay nadie más mejor situado en Internet que YouTube para aprovechar su enorme base de usuarios habituales para aprovechar la situación y animarles a pagar 12.99 euros cada mes.
Para los usuarios de Latinoamérica solo nos resta esperar y disfrutar de las pocas comodidades que nos quedan con servicios de entretenimientos gratuitos en la web.