Si hay una saga de fantasía y ciencia ficción que se encuentra en el podio junto a producciones como El señor de los anillos y Star Wars, en definitiva el lugar lo tiene Volver al futuro. Desde su lanzamiento en los años 80, cada una de las entregas que integran la trilogía se ha posicionado como favorita de los fanáticos del género y aquellos que disfrutan el cine de manera ocasional, pues no hay persona en este mundo que no conozca el DeLorean o al Doc y Marty McFly.
Dirigida por Robert Zemeckis, esta serie de películas liderada por Michael J. Fox y Christopher Lloyd ha sido una de las más influyentes de la ciencia ficción en la cultura popular y constantemente es referenciada en producciones, pero su gran atributo frente a las audiencias no es su perfección, sino su capacidad para llevar al espectador a una divertida aventura a través del tiempo con la compañía de los mismos personajes.
Realizar tramas sobre viajes en el tiempo no es nada sencillo –sino pregúntenle a Christopher Nolan, a quien le encanta jugar con la temporalidad–, pero parece que a Zemeckis y su equipo de guionistas se les fue la mano varias veces, aunque en una fue más grave que en otra. Al ser uno de los clásicos del cine, las personas le han dado mil vueltas a la película y han encontrado diversos agujeros en la trama, como el hecho de que es imposible que los papás no recuerden que su hijo Marty, quien tiene el mismo rostro que ‘Calvin Klein’, fue quien hizo posible que se conocieran.
El guionista Bob Gale fue quien respondió que era poco probable que dos adolescentes de 17 años recordaran a quien apenas vieron por breves momentos en diferentes días, pero hay un momento en la trama que es aún más difícil de sustentar y aparece durante una escena de Volver al futuro III. Quizás es la menos favorita de las tres que integran la serie de películas, pero fue una adición épica que nos transportó a la caótica época del viejo oeste.
Estrenada en 1990, esta cinta fue la elegida para concluir una de las trilogías más aventureras del cine, pero también fue la que le presentó más dificultades al par de viajeros en el tiempo para regresar a su época actual. Sin embargo, hay algo que falla… al encontrar el DeLorean donde Doc lo había escondido, Marty debe viajar a 1985 para reparar el auto y poder regresar para ayudar a su amigo, luego de ver la tumba del científico, quien murió un siglo antes.
Es así que Marty viaja al viejo Oeste, pero es ahí donde se presenta la paradoja que nos vuela la cabeza, pues si Marty se trasladó al pasado para salvar a su amigo del asesinato que le esperaba, entonces la lápida no debería existir, ¿no es así? Y por ende, el personaje de Michael J. Fox tampoco tendría por qué regresar al pasado. Claro que todo funciona a favor de la trama, pero son esas cosas las que nos hacen cuestionarnos qué tan correctos o no fueron los viajes en el tiempo de esta espectacular saga.