Elf se ha ganado un lugar especial en el corazón del público como una de las comedias navideñas más queridas y memorables. La película, lanzada en 2003 y dirigida por Jon Favreau, presenta a Will Ferrell en el papel principal de Buddy, un humano criado por elfos en el Polo Norte. Después de descubrir que es adoptado y que no encaja exactamente en el taller de Santa Claus, Buddy emprende un viaje a Nueva York para encontrar a su verdadera familia.
La naturaleza inocente del protagonista y su entusiasmo desbordante por la Navidad chocan con la realidad de la gran ciudad, creando situaciones cómicas y conmovedoras. Por ejemplo, el choque cultural entre la inocencia navideña de Buddy y la agitada realidad de la metrópolis crea situaciones cómicas que resuenan con el público. Además, la película destaca por su encanto genuino, su humor festivo y las encantadoras actuaciones de su elenco.
Will Ferrell ofrece una interpretación inolvidable como el entusiasta Buddy, mientras que Zooey Deschanel brilla como Jovie, la compañera de Buddy. La combinación de la peculiaridad del personaje principal, la divertida premisa de un hombre elfo en la ciudad y la cálida exploración del verdadero significado de la Navidad ha convertido a Elf en una comedia sencilla que continúa siendo disfrutada por generaciones durante la temporada festiva.
¿Por qué Will Ferrell decidió no participar en la secuela de 'Elf'?
A pesar de que se había desarrollado una secuela, el actor de Al diablo con las noticias y Guerra de papás tomó la sorprendente decisión de rechazar una oferta de 29 millones de dólares para repetir su icónico papel. En una revelación franca a The Hollywood Reporter, Ferrell expresó su desacuerdo con la premisa planeada para la secuela, afirmando que no se sentía cómodo promocionando una película que no consideraba de calidad.
"Habría tenido que promocionar la película desde un lugar honesto, lo cual habría sido como, 'Oh, no, no es bueno'. Simplemente no podía rechazar tanto dinero", compartió con la revista. Sin embargo, Ferrell, a quien recientemente vimos en Barbie y escuchamos en Hijos de perra, reflexionó sobre la incongruencia de tener que expresar públicamente su descontento con la película y concluyó que no podía comprometer su credibilidad, optando por renunciar a la secuela a pesar de la oferta financiera tentadora.