La primera película de Los juegos del hambre se estrenó en 2012, haciendo de Jennifer Lawrence y Josh Hutcherson dos ídolos de las franquicias para adolescentes. Las novelas escritas por Suzanne Collins fueron adaptadas a películas y la última de ellas, Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte 2, llegó a la gran pantalla en 2015, dando un final temporal a la saga. Poco más de una década después, el mundo volvió a Panem con Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes, una precuela que se ubica 64 años antes de los eventos de Katniss Everdeen y Peeta Mellark.
La tetralogía de Los juegos del hambre supuso una auténtica máquina de hacer dinero para el estudio Lionsgate. Entre la primera entrega de Los juegos del hambre y el cuarto capítulo, la saga recaudó casi tres mil millones de dólares en la taquilla mundial. Si contamos la cinta de Los juegos del hambre protagonizada por Rachel Zegler y Tom Blyth, habría que añadirle otros 246 millones de dólares a las ganancias de las películas.
Por supuesto que una saga de este tamaño contribuyó enormemente a la carrera de Jennifer Lawrence, que la puso en el ojo público gracias a su increíble interpretación del tributo del Distrito 12 de Panem. Si bien Lawrence recuerda con mucho cariño su tiempo en la franquicia, la actriz pudo no haber sido el rostro de la valiente Katniss si el estudio hubiera ignorado una petición de Lawrence. En este asunto, no había negociación alguna ya que Jennifer Lawrence expresó su completo rechazo, o de lo contrario, no sería la protagonista de Los juegos del hambre.
Para interpretar a Katniss Everdeen, los productores de la saga le pidieron a la actriz de Hazme el favor que hiciera unos cambios en su aspecto para parecerse aún más al personaje que habían imaginado. Si bien Lawrence no tuvo ningún problema en teñir su cabello rubio de un tono más oscuro para que coincidiera con la descripción del personaje en los libros, hubo un cambio al que se negó rotundamente: le pidieron que bajara de talla.
"Ella es alguien a quien las jóvenes, bueno, todas las mujeres, pero principalmente las jóvenes, admirarán y querrán ser. Tenemos control sobre eso, así que ¿por qué no hacerla fuerte? ¿Por qué no hacerla bella, saludable y en forma?", dijo Lawrence en una entrevista de 2013 en el sitio SciFiNow. "Fui muy tajante en ese tema, porque no creo que nuestra industria esté asumiendo la responsabilidad suficiente por sus expectativas poco realistas y no quiero ser parte de eso", expresó Lawrence acerca de las razones que la motivaron a decir que no a la peculiar petición de los productores. La única excepción en la que aceptó perder peso fue para la película Operación Red Sparrow, además de tener que dedicarse al ballet.