Recordada por su increíble actuación en Mad Max: Fury Road, Charlize Theron se convirtió en una de las actrices más rentables de Hollywood y con los años sería parte de grandes proyectos como Ni en sueños, Atomic Blonde y Rápidos y Furiosos 8, en los que demostró su gran versatilidad.
Su talento innato le han dado tres nominaciones al Oscar, saliendo victoriosa únicamente con Monster de Patty Jenkins, pero aún con su gran trayectoria, la actriz fue reemplazada en una famosa película en los 2000 fue elogiada por la crítica y que pudo darle su segunda estatuilla.
Este evento marcó para siempre a la actriz sudafricana, quién aprendió que el talento no era suficiente para obtener un protagónico. "El director me echó. Estaba realmente deprimida por eso. Como pensé que tenía el papel, estaba segura de que iba a hacer la película y luego me despidieron. Bueno, hubo otro director que me contrató. Y luego despidieron a ese director y contrataron a un nuevo director. No quería hacer la película conmigo”, reconoció Theron en una entrevista con Howard Stern.
El director en cuestión fue Rob Marshall, conocido por dirigir La Geisha, Piratas del Caribe – En mareas misteriosas y, recientemente, el live action de La Sirenita con Halle Bailey. Según Theron, él se negó a trabajar con ella y eligió a Renée Zellweger en su lugar, quien fue nominada al Oscar en ese año por su papel como Roxie Hart.
Por supuesto nos referimos a Chicago, la cual ganó seis premios Oscar, incluyendo Mejor Película, la cual sigue a una ama de casa que sueña con convertirse en una estrella de vodevil y hará todo para conseguir la fama, aunque eso involucre un asesinato y un escándalo mediático. Aunque el crédito lo obtuvo Zellweger, Therón se arrepiente de no haber sido parte del musical en el que también participan Catherine Zeta-Jones y Richard Gere. ¿Crees que su carrera habría cambiado después de esta película?