Dado que a los seres humanos pareciera gobernarnos el instinto del miedo porque casi siempre tendemos a buscar y encontrarle el lado siniestro lo que nos rodea, el estreno de Wonka de Paul King ha provocado que unos de los personajes más populares del mundo del cine vuelva a tener la atención de la audiencia.
Estamos hablando de los Oompa loompas que en esta adaptación a la novela de Roald Dahl son interpretados por Hugh Grant, y a su vez están ligados a sensaciones incómodas por parte de quienes vieron la primera adaptación a esta novela, (la de Mel Stuart de 1972) donde estas criaturas trabajaban para el mejor chocolatero de la ciudad.
Y es que en esta versión donde Mel Stuart recurrió a Gene Wilder, Peter Ostrum, Denise Nickerson, Paris Themmen y Jack Alberston entre otros más, para dar vida a los entrañables personajes de la novela infantil de 1964, los Oompa loompa podían parecer un tanto siniestros y más si se les asociaba a las aterradoras escenas en que aparecían en la película.
Si no has visto esta adaptación o ya no recuerdas a estos Oompa loompa, basta asociarlos a los momento en que los niños desobedientes pagaban las consecuencias de sus actos al desobedecer las reglas de la Fábrica de Chocolates Wonka luego de ganarse un boleto dorado oculto en los dulces del fabricante.
¿Pero más allá de su perfil laboral, quiénes son los Oompa loompa en realidad? Pues bien, de acuerdo con Radhl estos personajes son unas criaturas de 1.45 metros de alto que provienen de Loompalandia.
Allí, el dulcero los convenció de trabajar para él a cambio de granos de cacao, los cuales son su comida favorita pero escasos en su país.
Además de tener que comer orugas por la falta de cacao, el lado oscuro del internet popularizó otro dato incómodo de los Oompa loompa con una creepy pasta en la que el origen de estos personajes se remonta a la Transylvania de 1663, en la que se creía que alrededor de las casas cerca de un lago, en la noche, aparecían siluetas muy pequeñas, como de niños al acecho.
Por la mañana, los habitantes de este lugar se encontraban con que toda su comida ya no estaba, y también se lograba ver en el agua unas bestias que al parecer, tenían un cono por cabeza.
Los niños de aquel pueblo se sentían observados y vivían con una gran intriga de lo que había más allá de aquel lago, donde se encontraba un gigantesco bosque que parecía encantando.
Con el paso del tiempo, ya que todos habían visto por lo menos una vez a una de esas extrañas criaturas, ellas se habían adaptado a la presencia de los humanos y entonces, en lugar de huir de ellos, los atacaban al ser alumbrados y así, una vez que te tenían preso, te hacían desaparecer para luego llevar a cabo un ritual entorno a un círculo de fuego.
En este ritual, las siluetas cantarían canciones raras en una lengua extraña y cada vez que esto sucediera, tomarían el poder de sus víctimas que quedarían convertidas en Oompa loompas.
Los Oompa loompa fuera de la ficción
Sin embargo al analizarla Historia con H mayúscula encontramos que los Oompa loompa podrían ser en realidad habitantes pigmeos que habrían sido sacados de África para fungir como esclavos u obreros de pueblos sometidos obligados a trabajar en las grandes fábricas que surgieron a raíz de la Revolución Industrial, en la que estaría adaptada la novela.