Desde el impactante San Bernardo en Cujo de Stephen King hasta la siniestra cabra Black Philip en La bruja de Robert Eggers, los animales han sido utilizados como símbolos de lo maligno. Su conexión con lo oculto y su representación como criaturas portadoras de fuerzas oscuras añaden una capa de terror al mundo natural, trastocando la percepción convencional de la inocencia animal y sumergiendo al espectador en un reino de lo desconocido y aterrador.
En las adaptaciones cinematográficas de Cementerio de mascotas (incluyendo la versión de Mary Lambert en 1989 y la más reciente Bloodlines, protagonizada por Jackson White), los animales no son simples criaturas domésticas, sino portadores de una carga malévola. Estos seres, una vez enterrados en el misterioso terreno detrás del cementerio, regresan a la vida con una malevolencia intensificada.
El relato de King explora cómo la inocencia aparente de estos animales se transforma en una fuerza siniestra y destructiva, sirviendo como una representación inquietante de los límites entre lo natural y lo sobrenatural, y desafiando las expectativas convencionales de la relación entre humanos y mascotas. Y precisamente una de estas mascotas está trazando su camino hacia el estrellato luego de aparecer en Cementerio maldito.
Se trata de Tonic, el gato rescatado que se ha consolidado como una estrella de cine de terror, gracias a dos papeles notables que ahora tiene bajo su responsabilidad. El primero fue su papel principal como "Church" en la película de 2019 protagonizada por Jason Clarke, Amy Seimetz y John Lithgow. En un principio el gato es muy lindo y tierno, pero, al igual que el resto de los animales, tuvo un cambio de imagen para tener una apariencia espeluznante.
Su segundo papel es como "Dewey" en Viernes negro de Eli Roth, que ya se encuentra en las salas de Cinépolis y Cinemex. Aquí Tonic forma parte del elenco acompañado a los humanos Addison Rae, Nell Verlaque, Milo Manheim, Rick Hoffman y Patrick Dempsey. Y sin spoilear la película, podemos decir que Tonic tiene un papel importante. Lo único que podemos adelantar es que no sufrió ningún daño durante el rodaje.
"En las películas de terror, si alguien tiene un perro, un gato o un pájaro como mascota y lo matan, no puedo disfrutar la película. Aunque sé que es falso, aunque sé que es una ficción, me molesta. Así que quería solucionar eso de una vez por todas. Alguien necesita alimentar a la mascota", declara Eli Roth, el también director de Hostal y Deseo de matar, sobre por qué el gato no sufre daño en su nueva película.