Llegó el momento de reproducir nuestras películas navideñas favoritas, ya sean clásicos como El Grinch, Elf o Una Navidad de locos, hasta películas actuales como La magia de la Navidad o Familia revuelta. Sin embargo, hay una película que a pesar de ser estrenada en 1946, sigue siendo una de las favoritas para muchos. Nos referimos a ¡Qué bello es vivir!, la cual estuvo a punto de ser censurada.
Protagonizada por Jimmy Stewart y Donna Reed, la película fue todo un éxito a nivel comercial y obtuvo cinco nominaciones al Oscar, incluida Mejor película, además que en 1990, la Biblioteca del Congreso la incluyó en el Registro Nacional de Cine. Filmada en blanco y negro, el film muestra cómo nuestras acciones afectan a todos los que nos rodean.
En ella seguimos a George Bailey, un hombre de negocios en la ciudad ficticia de Bedford Falls, quien está a punto de perder su compañía ante el banquero Sr. Potter. Debido a la presión que eso implica, Bailey considera suicidarse en Nochebuena, pero su intento fracasa luego de la aparición de un ángel de la guarda, quien le muestra una línea de tiempo alternativa en la que él no existe, en la que le demuestra cómo ha ayudado a todos lo que le rodean.
A pesar de ser una historia conmovedora con un poderoso mensaje, al FBI le pareció una película problemática, pues en esa época (de 1942 a 1958), la oficina local de Los Ángeles se dio a la tarea de investigar más de 200 películas, temiendo que fueran armas de propaganda comunista y el film de Frank Capra parecía ser una de ellas. Los agentes afirmaron que Frances Goodrich y Albert Hackett, los guionistas, "eran muy cercanos a comunistas conocidos (...) fueron observados almorzando todos los días con ellos".
Un agente vio la película y escribió un informe en el que aseguraba que "representaba un intento bastante obvio de desacreditar a los banqueros", pues según su dictamen el actor Lionel Barrymore fue elegido para interpretar al banquero y de esta manera, orillar a la gente a odiarlo. Aunque para efectos narrativos esto es cierto y el personaje funcionaba como antagonista, el FBI aseguró que se trataba de "un truco común utilizado por los comunistas".
Asimismo se acusó a la producción por "difamar deliberadamente a la clase alta, intentando mostrar que las personas que tenían dinero eran personajes malos y despreciables". Estos argumentos hicieron que la película estuviera bajo investigación del Comité de Actividades Antiamericanas de la Cámara de Representantes, sin embargo, después de examinarla, ¡Qué bello es vivir! fue libre de cualquier acusación y continuó su exhibición en cines. De no ser exenta, no habríamos tenido la oportunidad de disfrutar esta joya, actualmente disponible en Amazon Prime.