Dirigida por Steven Spielberg, Jurassic Park llegó a los cines en 1993 impresionando al mundo entero con modelos animatrónicos de tamaño real para recrear los dinosaurios. Sin saberlo, el director de E.T., el extraterrestre dio inicio a una de las franquicias más famosas de todos los tiempos, que hasta hace poco estrenó su sexta y última entrega, Jurassic World: Dominio, que tuvo como protagonistas a Chris Pratt y Bryce Dallas Howard.
Cuando se estrenó Jurassic Park a inicios de la década de los noventa, la cinta destacó por ser una de las producciones más costosas de su época. Para su llegada, la película se comercializó ampliamente entre familias y niños en torno al concepto de los dinosaurios y la primera interacción del hombre con ellos en millones de años. Sin embargo, existe algo más profundo en Jurassic Park que solamente los reptiles prehistóricos.
Contrario a lo que el público ha creído por años, la película de Spielberg no trata realmente de dinosaurios. Durante años, el público ha vivido engañado creyendo que Jurassic Park es simplemente una franquicia en la que estas criaturas son los protagonistas, dejando de lado las capas más profundas y temas que se abordan. Y para probarlo está el hecho de que los 127 minutos que dura la cinta, únicamente hay 15 minutos con escenas de dinosaurios.
De lo que realmente trataba Jurassic Park en esencia era mucho más. Tomando como referencia el libro homónimo de Michael Crichton, Jurassic Park se sumerge en una serie de temas relacionados con la humanidad, pero utiliza a los dinosaurios para dar su mensaje y de paso obtener más atención del público. En la novela de Crichton, la historia se centraba en quienes crearon los dinosaurios y los motivos detrás de la decisión de traerlos a la vida, más allá de todas las especies de dinosaurios que aparecen en las películas.
El tema del libro de Crichton siempre se centró en el papel del hombre en la manipulación de la ciencia y el intento de trabajar fuera de las leyes de la naturaleza para producir algo que hacía mucho tiempo que había sido eliminado de la Tierra por alguna circunstancia. Gran parte del trabajo de Crichton hablaba del ego, la arrogancia y la naturaleza autodestructiva de la humanidad y su intento de controlar lo incontrolable. Esto se confirma en la trama del libro y la película, cuando los científicos manipulan el ADN de los dinosaurios en un intento de controlar la propagación de las criaturas que crearon.
En la película original de Jurassic Park, una de las mejores citas del Dr. Ian Malcolm es cuando dice: "¡Sus científicos estaban tan preocupados de si podían o no, que no se detuvieron a pensar si debían!". Esta frase refleja los dilemas éticos de la ciencia, sobre si se debe hacer algo simplemente porque se puede, más allá de cuestionarse si es necesario. Las películas posteriores dejarían esta idea atrás, enfocándose más en la destrucción causada por los dinosaurios.