Hay historias de aliens por doquier, desde clásicos como Marcianos al ataque, Hombres de negro o títulos más recientes como Nadie te salvará. Y ahora fue turno de Netflix, plataforma que acaba de estrenar la conmovedora Jules.
La historia sigue a un anciano que vive una vida tranquila y rutinaria en un pequeño pueblo del oeste de Pensilvania, ve su día alterado cuando un OVNI y su pasajero extraterrestre se estrellan en su patio trasero. Esta criatura espacial sigue a Milton, quien vive una vida tranquila y rutinaria en un pequeño pueblo del oeste de Pensilvania.
Es un poco molesto para todos sus vecinos pues siempre encuentra algo de qué quejarse, pero nadie lo toma realmente. Pero esto cambia cuando un OVNI y su pasajero extraterrestre aterriza en su patio trasero, destruyendo su jardín. En poco tiempo, Milton desarrolla una estrecha relación con el extraterrestre, pero las cosas se complican cuando dos vecinas descubren a Jules y el gobierno se acerca rápidamente.
Y justamente uno de los detalles que más resalta del niño alienígena fue el misterio a su alrededor, pues en realidad nunca se sabe de qué planeta viene y el motivo preciso por el que estaba circulando por el planeta Tierra.
Aunque tiene poderes telequinéticos bastante asombrosos y un poco aterradores, además de su necesidad por gatos muertos para convertirlos en gasolina para su nave, este pequeño ser espacial no dice una sola palabra en toda la película.
Y hablando de misterios, este personaje jamás reveló el por qué no habla, pero aquí está el detalle, pues al tratarse de una especie alienígena, tiene otros métodos de comunicación y al dar muestra de sus poderes telequinéticos, está claro que habla con otros de su especie mediante pensamientos, nada que ver con el habla de los humanos.
Es así como Jules sí habla, pero no como nosotros, por ello esto podría brincarnos al ver la película, pero al final de cuenta es una historia de ciencia ficción donde todo se vale. Por ello nuestro grisáceo protagonista tiene otras formas de comunicación.