Adentrarse en el catálogo de películas de terror en Amazon Prime Video es inmiscuirse en un universo de escalofríos y emociones intensas. Desde clásicos del género como El exorcista de William Friedkin y Psicosis de Alfred Hitchcock, hasta producciones contemporáneas como La bruja de Robert Eggers y Suspiria de Luca Guadagnino, la plataforma de streaming ofrece un abanico de opciones capaces de provocar los sustos más memorables y cautivar a los amantes del terror en todas sus vertientes.
Y aunque el miedo en cine es algo subjetivo, pocas películas como esta hacen que todos estén de acuerdo. Los otros es la primera producción de alto presupuesto del español Alejandro Amenábar, ya apreciado por sus dos largometrajes previos, Tesis y Abre los ojos, pero no por ello es menos personal y cautivadora a los ojos del espectador. La película de terror sobrenatural, con constantes referencias a atmósferas como las que evocan la obra literaria Otra vuelta de tuerca de Henry James o la película The Haunting de Robert Wise, consigue el difícil objetivo de implicar al espectador en los acontecimientos de la familia protagonista.
La luz arde y la oscuridad envuelve este thriller de casas embrujadas que se atreve a desafiar El sexto sentido como el comentario definitivo sobre la inseguridad fantasmal. Los fanáticos del fantasma de M. Night Shyamalan pueden ver o no la intrigante propuesta de Amenábar dentro de la primera hora de la película, pero hay suficientes pistas falsas en esta historia para subvertir las expectativas de cualquiera.
La mayor parte del tiempo se percibe la oscuridad y la claustrofobia de las habitaciones
Amenábar planta la soledad de la posguerra y la religiosidad moribunda ante un telón de fondo de sombras macabras y nieblas claustrofóbicas. La gélida Grace (Nicole Kidman) se conmociona en un desconcertante tormento entre los muros de su laberíntica mansión victoriana, protegiendo a sus hijos fotosensibles de la luz del sol que se filtra a través de las ventanas cubiertas con cortinas.
Sus sirvientes han desaparecido sin previo aviso, dejando a Grace buscando ayuda más confiable, que viene en forma de tres vagabundos: la ama de llaves (Fionnula Flanagan), el anciano jardinero (Eric Sykes) y la joven muda Lydia (Elaine Cassidy). Desde el principio, Grace hace las exigencias más estrictas, incluyendo que cualquier puerta que conduzca a una habitación esté cerrada con llave antes de abrir la puerta que sale de la misma habitación.
El marido de Grace (Christopher Eccleston) nunca ha regresado de la guerra y, como resultado, ella queda emocionalmente aislada dentro de la casa. Pero hay visitantes en la casa, de los cuales Anne (Alakina Mann), la hija de Grace, es testigo. Las puertas de Amenábar se cierran con escalofriante precisión mientras las pinturas parecen insinuar un destino inminente. Manos invisibles golpean las teclas del piano, pero no se encuentran pruebas de la presencia de intrusos.