Aunque sólo haya dirigido diez largometrajes, incluidos Kill Bill (protagonizado por Uma Thurman), Pulp Fiction (que contó con John Travolta y Samuel L. Jackson) y Había una vez… en Hollywood (con Leonardo DiCaprio, Brad Pitt y Margot Robbie), Quentin Tarantino es el autor posmoderno por excelencia. Mientras se habla interminablemente de su retiro, sus seguidores esperan pacientemente para descubrir si, a pesar de su brillante amor por el cine, se mantendrá fiel a su palabra y se irá en la cima de la lista tras el lanzamiento de su próximo filme, aún desconocido.
Tarantino ha pasado décadas deslumbrando a entrevistadores y fanáticos con su incomparable conocimiento de la historia del cine, con gustos que van desde clásicos universalmente aclamados (La pandilla salvaje y Apocalipsis ahora) hasta películas más oscuras procedentes de otras regiones geográficas (la japonesa Battle Royale y la coreana Oldboy). Si bien su amor por los spaghetti westerns y las películas de explotación siempre ha estado bien documentado sobre la industria.
El realizador estadounidense no tiene miedo de abrazar públicamente lo moderno o lo convencional. Defendió con orgullo Top Gun: Maverick, protagonizada por Tom Cruise, en el verano de 2022, como lo hicieron muchos otros, incluyendo Steven Spielberg. Sin mencionar que es fanático de las comedias románticas, especialmente en vuelos largos. (Una vez se refirió a Kate Hudson como "la reina de los cielos" y no se equivoca). Al director de Los 8 más odiados simplemente le encanta el cine, y si una película lo entretiene, se lo contará al mundo.
Miramax Films
¿Cuál es la película de Disney elogiada por Quentin Tarantino?
De hecho, Mark Waters, el director de Un viernes de locos, ha revelado que a Tarantino le encantó la película producida por Disney, específicamente el final. La comedia de 2003 fue protagonizada por Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis como una madre y una hija que accidentalmente intercambian cuerpos, adaptando por tercera vez la novela homónima de 1972 de Mary Rodgers. La loca comedia conduce a un clímax en el que la madre (en el cuerpo de su hija) tiene que fingir que toca la guitarra durante una batalla de bandas, lo que la lleva a darse cuenta de la importancia de la música en su vida, bueno, en la vida de su hija.
Walt Disney Pictures
The Hollywood Reporter publicó recientemente una historia sobre Un viernes de locos para celebrar el vigésimo aniversario de la película. Waters participó en la pieza y, durante su entrevista, compartió una anécdota sobre una fiesta en la que el director de Bastardos sin gloria se le acercó para comentarle lo mucho que le encantó la secuencia de la batalla de bandas, donde la agrupación del personaje de Lohan toca la canción "Take Me Away". Waters dice que Tarantino analizó la escena "toma por toma" y compartió por qué fue "una escena genial y un final perfecto".
Walt Disney Pictures
Hay bastantes razones por las que Tarantino podría haber estado tan enamorado del final de Un viernes de locos. Sin embargo, una de las más probables es el hecho de que la secuencia utilice la música para contar su historia. La música, desde las agujas en la banda sonora hasta los elementos de la partitura, ha sido un ingrediente vital en el trabajo de Tarantino desde el principio. El largometraje de Tarantino de 1992, Perros de reserva, revela esto, ya que hay una escena importante en la que la canción "Stuck in the Middle with You" se interpreta amenazadoramente mientras un personaje está siendo torturado.
