Los esfuerzos por la preservación histórica obtuvieron otra victoria en un lugar aparentemente improbable cuando Netflix compró el icónico Teatro Egipcio al comienzo de la pandemia de COVID-19 en 2020. Después de los últimos años de intensa restauración y construcción, el teatro finalmente reabrió sus puertas la semana pasada con el estreno de la nueva película de Netflix, El asesino, dirigida por David Fincher, protagonizada por Michael Fassbender e inspirada en esta joya del cine francés.
Sin embargo, el acuerdo es una victoria aún mayor para Netflix. La plataforma de streaming también lanzó un documental, titulado El templo del cine: 100 años del legendario Egyptian Theatre, que detalla la larga historia y la reciente restauración del teatro. Al mostrar respeto por Hollywood y su elaborado pasado, la compañía espera dejar su propia huella en una industria en constante cambio. Algo tan impactante y simbólico para Hollywood como el Teatro Egipcio no debe olvidarse, y estas semanas han sido el comienzo de su resurgimiento.
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El regreso triunfal de la sala oscura: Netflix revive el Teatro Egipcio
De manera análoga a cómo la ópera encuentra su hogar en palacios y las pinturas son resguardadas en museos, el cine encuentra su epicentro en los teatros. Figuras de renombre como Guillermo del Toro, Rian Johnson, Autumn Durald Arkapaw (directora de fotografía de Loki y Pantera negra: Wakanda por siempre) y Lynette Howell Taylor comparten sus reflexiones sobre la experiencia humana que abarca el mundo cinematográfico. En este contexto, el Teatro Egipcio de Los Ángeles emerge como un venerado templo del séptimo arte.
Testigo de la historia cinematográfica desde 1922, este icónico teatro no solo es un lugar físico, sino un portal que trasciende el tiempo y las películas, tal como lo describe el director de El laberinto del fauno y La forma del agua. A través de las voces de estas luminarias, exploramos la esencia única que solo un teatro de tal magnitud puede ofrecer, desentrañando la energía que emana y los desafíos que ha superado para preservar la magia del cine en su forma más pura.
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La cinematografía se revela como una experiencia que trasciende los límites del mundo común, una revelación inspiradora que se manifiesta con particular intensidad en este documental de tan sólo 11 minutos. Este breve pero impactante metraje no solo nos sumerge en la magia del cine, sino que lo hace a través de un collage de clips procedentes de películas de todos los rincones del mundo. La mezcla de estas imágenes no solo captura la diversidad cultural y narrativa del cine, sino que también logra una sinfonía visual respaldada por una cautivadora banda sonora.
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A través del documental, se evidencia que este teatro no es simplemente un espacio físico, sino un portal a través del cual se puede acceder a la esencia misma del cine. La capacidad del Teatro Egipcio para proyectar películas basadas en nitrato añade un toque de misterio y fascinación, despertando la curiosidad del espectador y generando un deseo genuino de experimentar la magia del cine en este santuario oscuro.
