James Cameron es uno de los directores más famosos de Hollywood y del mundo el entretenimiento debido a que durante más de tres décadas nos ha entregado clásicos del cine como Terminator, Avatar, Mission Blue, The Abyss y Titanic. Desde 1997 esta última se ha mantenido como una de las cintas más populares del director, además de haber estado multipremiada a diferentes galardones, llevarse 11 estatuillas de los Premios Oscar de 1997 y quedarse grabada en nuestros corazones para siempre.
Y es que entre los elementos que hicieron de Titanic un éxito no solo se encuentra la historia de amor entre Rose y Jack Dowson, quienes viven un tórrido romance que revoluciona sus entornos sociales a la par que uno de los peores accidentes de la historia moderna tiene lugar, sino que la música, el diseño de vestuario, los diálogos, la trama y la adaptación de un hecho histórico a la gran pantalla le valieron al cineasta canadiense una victoria rotunda en el cine que se adelantaba al nuevo milenio.
Aunque antes de Titanic James Cameron ya nos había ofreció The Abyss como su primera película sobre el océano, sin duda alguna fue la cinta del 97 la que lo consagró al como uno de los maestros en los efectos especiales y de los dramas románticos que serían tan aclamados en los 90.
Entre sets de grabación ubicados en México y una basta documentación de lo que sucedió aquel 12 de abril de 1912, Titanic basa su historia en un accidente real en el que murieron decenas de personas.
El drama se centra en las frías aguas del Atlántico en una época en la que las innovaciones tecnológicas apenas comenzaban y el progreso era la meta y justificación de la humanidad.
En el primer viaje de "un barco que ni Dios mismo podría hundir", Leonardo DiCaprio y Kate Winslet nos conquistan y atrapan con su amor rebelde que rebasa todos los códigos sociales de la época.
El Corazón del Mar no basta para que Rose abandone a Jack luego de que el gigantesco barco comience a hundirse y por eso ella salta de un bote salvavidas a la nave para volver a encontrarse con su esposo, haciendo quizá una inintencionada referencia a la impulsiva Ida Straus que se quedó junto su marido en aquella noche de 1912 y más tarde James Cameron homenajea con su propia secuencia.
Y es que entre las anécdotas sobre el Titanic real, el que se hundió el 12 de abrill en el Atlántico, se encuentra el viaje que hicieron Isidor e Ida Straus, quienes salieron de Europa con dirección a Estados Unidos en el día inaugural del barco.
El señor Straus, propietario de los grandes almacenes Macy's, era un magnate de la industria textil, y una de las personas más ricas a bordo del transatlántico que no solo invitó a su esposa a esta importante travesía, sino que cuando el Titanic comenzó a hundirse renunció a la oportunidad de salvar su vida porque aún quedaban mujeres y niños por abordar.
Aunque en la cinta de Cameron no los muestra sobre la cubierta, tomados del brazo como se cuenta que fueron vistos por última vez Ida e Isidor Straus la noche del 12 de abril de 1912, sí hace una referencia a esta pareja en el minuto 151, pasadas justo las dos horas y media de metraje.
El plano dedicado a los Strauss dura 10 segundos pero es uno de los más desgarradores que podemos ver a lo largo de la producción por su meticuloso diseño visual, ambiente y actuaciones.
En la cinta de Cameron, una pareja de ancianos reposa en su cama, abrazados, mientras el agua se va filtrando por su camarote y afuera unos 2 mil 223 pasajeros buscan sobrevivir.
A casi 30 años de haber visto esta escena por primera vez, te prometemos que a más de uno nos sigue haciendo llorar.