Los grandes estudios suelen invertir su tiempo -y dinero- en la adaptación de novelas, fundando a partir de ellas, multimillonarias franquicias, tal es el caso de Harry Potter, El señor de los anillos, Game of Thrones, y claro, Los juegos del hambre. La obra de Suzanne Collins alcanzó gran popularidad entre el público desde su publicación en 2012, lo mismo ocurrió con el primer film, por lo que surgió una saga de cuatro películas y, ocho años después, otra entrega más: Balada de Pájaros Cantores y Serpientes, que recién llegará a cines.
Entre 2012 y 2015, la franquicia acumuló cerca de 2.970 millones de dólares en todo el mundo, una cifra que se aproxima a los 3.300 millones de la saga de Crepúsculo con Robert Pattinson y Kristen Stewart. Tomando en cuenta esta fórmula, varios productores decidieron replicar el modelo de negocio y sacaron del baúl otras obras juveniles con contextos distópicos, una de ellas logró atraer la atención del público. A pesar de su buen paso por cines, quedó en el olvido en un santiamén.
Mientras en la agenda resonaban títulos como Maze Runner, La quinta ola o El dador de recuerdos, el que más destacó fue Divergente. Inspirada en la novela de Veronica Roth, la película presenta un mundo distópico en el que la sociedad está dividida en cinco facciones, Verdad, Abnegación, Osadía, Cordialidad y Erudición. Al cumplir 16, los jóvenes de Chicago realizan unas pruebas que les permiten formar parte de una u otra facción, aquellos que no son aptos para ninguna deben vivir aislados.
Pero la protagonista, Beatrice (Shaile Woodley), no es como los demás, como divergente puede pertenecer a más de una facción, siendo Osadía su primera opción, donde empieza a entrenarse como guerrera, bajo la supervisión del carismático Cuatro (Theo James). Una vez allí, descubre que Jeanine Matthews (Kate Winslet) planea eliminar a todos los divergentes de la ciudad al considerarlos una amenaza.
Divergente fue un éxito comercial que recaudó cerca de 288 millones de dólares a nivel global, aunque muy lejos de los 694 millones de la película de Jennifer Lawrence, con la que fue comparada constantemente, incluso hasta la fecha. Pero esta cifra fue suficiente para que los productores decidieran crear más entregas.
En 2015 llego a cines Divergente: Insurgente y un año después, Divergente: Leal, esta última, un fracaso en taquilla que casi deja al estudio en bancarrota, lo que causó la cancelación de Divergente: Ascendente, lo mismo ocurriría con la serie que Starz planeaba lanzar, la cual solo quedó como una idea vaga. A diferencia de Los juegos del hambre, la saga quedó sepultada en 2016, pero aún sobrevive en streaming, por lo que podrás verla en Prime Video.