Piratas del Caribe es una saga que se ha quedado en el corazón de miles de personas desde su lanzamiento a inicios del 2000, y esto permitió que personajes como el Capitán Jack Sparrow (interpretado por Johnny Depp) pasaran a formar parte de la cultura popular, dándole así una mayor relevancia tanto a su carrera profesional como al recibimiento de la marca.
Sin embargo detrás de cámaras no todo fue miel sobre hojuelas para el resto del elenco, debido a que algunos actores como Bill Nighy, -quien interpretó al temible David Jones- sufrieron momentos incómodos en el set.
Aunque dentro de la historia desarrollada en el Caribe este poderoso capitán aterrorizó a decenas de marineros y nos conmovió con su trágica historia de amor, en el estudio de grabación las cosas no estuvieron tanto de su parte, ya que de acuerdo con una entrevista que Nighy dio a Variety, muchas personas involucradas en el rodaje lo excluyeron.
"Cuando llegué al set me di cuenta de que no llevaba un disfraz como lo hacían todos los demás, así que llamé al departamento de vestuario y les pregunté si mi vestuario llegaría pronto... Al final resultó que tuve que usar un pijama de computadora y un gran gorro que fueron cubiertos por pompones blancos, me pintaron 250 puntos en la cara y me dieron un par de zapatillas demasiado grandes para mí, con más pompones encima", detalló el actor a quien también pudimos ver en Love Actually y Shaun of the Dead.
A pesar de que esto era parte del equipo especial con el que más tarde se desarrollaría la apariencia final del personaje, para Bill Nighy la experiencia lo llevó a sentirse aislado como le sucedió a John Rhys-Davies cuando interpretó a Gimli en El Señor de los Anillos.
"La gente no almorzaba conmigo, era realmente triste. El equipo técnico decía "hola, hola" y se alejaba porque era patético ver a este anciano maduro vestido como si no pudiera haberse unido a Devo" agregó Nighy haciendo referencia al famoso grupo de los ochenta.
Pero por fortuna, esta delicada situación fue superada gracias a la audacia de Bill Nighy, quien se ganó el respeto de todo el set al momento de actuar.
En su primer día de rodaje y "antes de que Gore Verbinski -el director de la cinta- dijera 'acción' por primera vez", este histrión que "no tenía ni idea de lo que iba a pasar" se dejó llevar por su intuición y así nació el impresionante David Jones.
"Solo fui allí, me paré y sorprendentemente pude ver lo que pasa cuando estás asustado ya que lancé una especie de acento escocés de una forma tan profunda y especial, porque nunca lo había hecho antes, y salió ¡salió por sí solo! y entonces solo continué... Al final Gore Verbinski me dijo: '¡ Esto es genial, fue genial! y entonce dije: "bueno, tal vez Dios exista".