El mundo Pokémon es tan mágico como extraño. El anime ha mostrado dos caras de la misma moneda: por un lado, están momentos felices como cuando Ash se convirtió en campeón de La Liga; por otro, se encuentran situaciones muy peculiares como el supuesto romance entre la mamá de Ash y un Pokémon, y la muerte de algunos de sus personajes víctimas de un monstruo de bolsillo. Sin embargo, ningún episodio es tan tenebroso como en el que aparece una especie de posesión demoníaca.
Pokémon: Sol y Luna presentó a uno de los Pokémon más perversos de todo el anime: Sandygast. A pesar de tener uno de los peores diseños del anime, siendo prácticamente un montón de arena con un túnel como boca y una pala en la cabeza, Sandygast es una criatura con un origen muy oscuro que le hace tener poderes muy siniestros. Uno de ellos es la capacidad de poseer a los seres humanos tal y como se demostró en uno de los capítulos de la serie.
En la temporada 20, durante el capítulo 22 que llevaba por título "¡La Escalofriante Búsqueda De Una Pala!", se revela que un entrenador llamado Kiawe estuvo una vez poseído por este Sandygast. Si bien su abuelo le dijo que no tocara una pala que se encontraba solitaria sobre la arena de la playa, un pequeño Kiawe desobedeció las advertencias. Como consecuencia Kiawe comenzó a acumular arena para el Pokémon de tipo fantasma, sin poder controlar su cuerpo. Esta es una práctica común de los Sandygast, quienes buscan a niños pequeños para después obligarlo a agregar arena a su cuerpo en crecimiento.
Según la Pokédex, Sandygast nace de los rencores y los malos pensamientos de los seres vivos que caminan sobre su arena. Por ejemplo, si un Pokémon llegara a perder una batalla en la playa, su ira se irá canalizando hacia el suelo, teniendo como resultado la creación de un Sandygast. Por si esto fuera poco, Sandygast tiene la habilidad de succionar la fuerza vital de los Pokémon y los humanos a través de su boca. Por esta razón, se inventó el reto de introducir la mano o tomar la pala de un Sandygast como muestra de valentía. Esto plantea un riesgo enorme ya que al hacerlo la persona queda completamente poseída.
La evolución de Sandygast, Palossand, es aún más siniestra. Palossand, que parece un castillo de arena mejor construido, es más poderoso y tiene la fuerza para poseer tanto a niños como adultos. También caza activamente a sus presas, utilizando su pala como radar y succionando pequeños Pokémon hacia su vórtice. Lo que es aún más inquietante es el hecho de que Palossand conserva los huesos de sus víctimas.