La exasistente ejecutiva principal de Robert De Niro demandó al actor por 12 millones de dólares tras señalar que el comportamiento del protagonista de Taxi Driver le pareció “espeluznante” cuando este le insistió en que le rascara la espalda; un ejemplo de comportamiento que calificó como controlador y abusivo antes de renunciar a su trabajo en 2019, según lo testificó la exempleada en un juicio civil en Nueva York.
En los testimonios emitidos por Graham Chase Robinson el pasado viernes 3 de noviembre de 2023, la exasistente se vio conmovida varias veces al afirmar que el trauma que soportó antes de dejar de trabajar para De Niro en 2019 la dejó desempleada y deprimida. Ella fue su mano derecha durante 11 años.
"Estaba sufriendo un colapso emocional y mental. No estaba comiendo. No estaba durmiendo. No pude correr. Me sentía abrumada”, dijo al jurado en un Tribunal federal de Manhattan. "Sentí que había tocado fondo".
A esta declaración agregó que sufre de ansiedad y depresión, y que no ha trabajado en cuatro años a pesar de haber solicitado 638 empleos.
“No tengo una vida social”, dijo. “Estoy muy humillada y avergonzada, y me siento muy juzgada. Me siento muy dañada en cierto modo. Perdí la vida. Perdí mi carrera. Perdí mi independencia financiera. Lo perdí todo”, agregó.
Chase Robinson, de 41 años de edad, busca que el actor le pague 12 millones de dólares en daños y perjuicios a quien inculpó por discriminación de género y represalias. Por su parte, De Niro ha pedido a un jurado que le conceda seis millones de dólares por incumplimiento de lealtad y deber fiduciario.
Robinson dijo que situaciones como la de rascarle la espalda al actor habían ocurrido varias veces a lo largo de los años, hasta que ella emitió una leve protesta una vez, sugiriendo a De Niro que había un dispositivo que podía usar en su lugar. “Me gusta la forma en que lo haces”, le respondió De Niro, según dijo la mujer al tribunal. Para Robinson, el comentario fue “espeluznante” y “repugnante”.
Durante otro testimonio, De Niro se burló de la afirmación de rascarse la espalda y de otras declaraciones de su exasistente, diciendo que siempre trató a Robinson adecuadamente y nunca con “una falta de respeto o lascivia”.
También afirmó que nunca le gritó justo antes de hacerlo en el tribunal, cuando exclamó: “¡Qué vergüenza, Chase Robinson!” y luego rápidamente se disculpó por el exabrupto.
Entre otras declaraciones, Robinson dijo que parte de sus deberes se le requería que estuviera disponible las 24 horas del día y que tuvo que ayudar a De Niro a navegar una vida amorosa complicada que en su momento involucró a una esposa, una exnovia y una nueva novia que él no quería que el mundo conociera todavía. Luego retrató al actor como sexista con su lenguaje hacia las empleadas y discriminatorio en la forma en que les pagaba.
Sin embargo su testimonio fue socavado en el contrainterrogatorio cuando un abogado de De Niro la confrontó con el hecho de que la empleada mejor pagada del actor era una mujer y que un hombre que trabajaba para una de las compañías de De Niro, Canal Productions, al igual que Robinson, recibía menos de un tercio del salario de 300 mil dólares que obtuvo antes de renunciar.
Robinson testificó sobre varias instancias en las que afirmó que De Niro, quien ha sido galardonado con dos premios Oscar en una carrera de cinco décadas con películas como Raging Bull, The Deer Hunter y la nueva película de Martin Scorsese, Killers of the Flower Moon, estalló enojado con ella y a veces usando malas palabras.
Alrededor de la navidad de 2017, dijo Robinson, un De Niro ebrio la llamó molesto y de noche porque no pudo encontrar algunos regalos que le habían enviado desde la oficina para las vacaciones.
“Estaba gritando porque no podía encontrar algunos de los regalos. Estaba maldiciendo a diestra y siniestra”, antes de finalmente insultarla y colgar la llamada.
Para Robinson esto le parece “increíblemente doloroso… Especialmente cuando simplemente intentas hacer tu trabajo”, según lo relató al tribunal.