Jurassic Park causó revuelo entre el público debido a sus impresionantes efectos visuales, que incluso generaron terror entre los asistentes. La película de Steven Spielberg se convirtió en una franquicia multimillonaria que continuó con Chris Pratt y Bryce Dallas Howard con Jurassic World, y aunque en la actualidad es una gran joya del género de aventura, existió otra película con un formato similar pero que pasó completamente desapercibida.
Nos referimos a Congo, el tercer largometraje de Frank Marshall, después de Aracnofobia y Supervivientes. En ella, el primatólogo Elliott (Dylan Walsh), lleva a la gorila Amy de regreso a su jungla natal, acompañada por la Dra. Karen Ross (Laura Linney), ex miembro de la CIA que pretende encontrar a su ex prometido desaparecido (Ernie Hudson) y un filántropo (Tim Curry). La expedición se convierte en una pesadilla cuando los gorilas locales los ven como una amenaza latente.
Antes de dirigir la película, Marshall fungió como productor de Indiana Jones: En busca del arca perdida, lo que le dio cierta experiencia en el género de acción y para hacer realidad su nuevo proyecto, en 1970 contrató como guionista a Michael Crichton, autor de la novela Jurassic Park y Congo, quien finalmente abandonó el film.
Atraído por el gran diseño de los dinosaurios de Spielberg, Marshall buscó todos los medios para utilizar la tecnología digital utilizada en Jurassic Park, pero había un problema, esta no era lo suficientemente avanzada para diseñar el cabello de una manera creíble, por lo que optó por usar disfraces, lo cual resultó un gran problema durante la filmación, ya que Stan Winston, supervisor de efectos especiales, tuvo que jugar mucho con la iluminación para que el público no notara los disfraces.
Aún así hay muchas similitudes con la película de Spielberg, desde las criaturas hostiles y amenazantes, un médico que parece inocente y la presencia de tecnologías impresionantes (Amy ocupa un lenguaje oral que es traducida por una máquina). Por supuesto también hay una secuencia bajo la lluvia. Todo esto, con un costo de 50 millones de dólares -13 millones menos que Jurassic Park-.
La película finalmente tuvo su estreno en cines en 1995 con una recaudación en taquilla de 152 millones de dólares en todo el mundo, reflejo de su entretenida historia, aunque por supuesto, no se comparan a los 978 millones de dólares de la película de dinosaurios. Quizás su fracaso se deba a que los gorilas son menos atemorizantes que una criatura prehistórica, pero sin duda es una propuesta que vale la pena echarle un ojo y ahora podrás encontrarla en renta en Apple TV.