Disney ha dejado una marca indeleble en el mundo del cine al llevar a la pantalla grande algunas de las leyendas y cuentos de hadas más icónicos de todos los tiempos. Desde el encanto atemporal de La bella y la bestia, que nos transporta a un castillo encantado, hasta la aventura épica de Mulán, que nos sumerge en la antigua China, estas adaptaciones, aunque han tenido que aligerar el tono y distorsionar algunas dinámicas complejas, en términos generales han sabido capturar la esencia y la magia de los relatos originales.
Otro ejemplo notable es El rey león, una epopeya africana que, con reminiscencias de Hamlet de William Shakespeare, nos lleva al majestuoso reino de Pride Rock. La animación excepcional y la música inolvidable de esta película la convierten en una obra maestra del cine de animación. Asimismo, La sirenita, inspirada en el cuento de Hans Christian Andersen, nos sumerge en el mágico mundo bajo el mar, donde Ariel desafía las convenciones para perseguir sus sueños. Cada una de estas adaptaciones de Disney ha trascendido generaciones, dejando un legado de historias que continúan cautivando a audiencias de todas las edades.
Dentro del vasto universo de adaptaciones de Disney, brilla con luz propia La espada en la piedra, una película que resonó con los ecos de las legendarias historias medievales. Esta cautivadora obra nos transporta a la Inglaterra del siglo VI y nos presenta a un joven y valiente Arturo, quien sin saberlo, está destinado a convertirse en el legendario Rey Arturo. A través de encantamientos mágicos y desafíos épicos, la película teje una narrativa rica en mitología y valores que han perdurado a lo largo de los siglos.
¿Cómo evolucionó la leyenda de 'La espada en la piedra'?
Se sostiene que una de las primeras referencias a la espada empuñada por Arturo puede encontrarse en la obra Historia de los Reyes de Britania, escrita alrededor de 1130 por el clérigo Geoffrey de Monmouth. Sin embargo, en esta obra se la menciona como "Caliburnus" y no se hace alusión alguna a que la espada fuese extraída de una piedra. A pesar de esta omisión, Monmouth introduce elementos que hoy en día nos resultan familiares, como su forja en Ávalon o el papel fundamental de Merlín en la trama. En ese mismo periodo, el poeta francés Chrétien de Troyes hace referencia a la espada "Escalibor" en su ciclo artúrico.
En el siglo XIII, los monjes de la abadía francesa de Cluny propagaron una leyenda acerca de un caballero llamado Galgano, quien finalmente fue canonizado por el papa Urbano III y podría tener una relación con el legendario sir Gawain. Esta narración presenta elementos icónicos del ciclo artúrico, como la espada enclavada en la piedra, que hace su primera aparición en la obra Merlín del poeta francés de los siglos XII y XIII, Robert de Boron. En la región italiana de la Toscana se erige la Rotonda de Montesiepi, donde la tradición afirma que la espada insertada en una piedra perteneció a san Galgano.
Posteriormente, en la renombrada obra La muerte de Arturo del escritor inglés del siglo XV, Thomas Malory, se plantea la posibilidad de que la espada fuera extraída tanto de una roca como de un yunque. Malory también recoge otra versión que se encuentra en el llamado Ciclo Post-Vulgata o "Roman du Graal", del siglo XIII, en la que se relata que Excalibur llega a manos de Arturo a través de Nimue, conocida como la Dama del Lago.
La espada que, al ser extraída por Arturo Pendragon de la roca en la que estaba incrustada, lo proclamó rey de Inglaterra. Como en muchas otras narrativas, la leyenda sostiene que Excalibur solo puede ser empuñada por su legítimo dueño. Por esta razón, cuando Arturo yace moribundo debido a las heridas infligidas por su hijo Mordred en la batalla de Camlann, es imperativo que Excalibur sea devuelta a la Dama del Lago, su propietaria original, ya que nadie más puede empuñarla.