En Luna Nueva, la segunda entrega de la saga de Crepúsculo, el público se entera de que Forks no es el único lugar que alberga a vampiros en sus calles y que los "pálidos" se extienden más allá del pequeño pueblo de Washington. Cuando Edward Cullen ve la muerte de su amada Bella Swan (Kristen Stewart) en una de las visiones de Alice (Ashley Greene), el personaje de Robert Pattinson acude a la sociedad más antigua de vampiros para concluir con su vida. Al igual que con los Volturi en Italia, cada rincón del mundo está repleto de vampiros, incluso nuestro país.
La existencia del aquelarre mexicano se presenta en Eclipse, cuando Jasper (Jackson Rathbone) le cuenta a Bella cómo y quién fue el responsable de transformarlo en un ser inmortal. María, una vampira mexicana, es la creadora de Jasper Cullen y la líder del aquelarre mexicano. Luego de una guerra entre grupos de vampiros que tuvo lugar en la frontera entre Estados Unidos y México, María usó sus habilidades para formar un ejército de vampiros recién nacidos tras ser expulsada de sus tierras.
De lo poco que se sabe de María es que nació en algún lugar de México entre los siglos XVII y XVIII. Ella fue convertida a la edad de 19 años y desde ese momento se instaló en la ciudad de Monterrey, Nuevo León donde encontró el amor y a su propio grupo de vampiros. Durante una de las batallas entre aquelarres, sus seres queridos fueron eliminados y su territorio fue reclamado por otro grupo de vampiros. Para vengarse, María unió fuerzas con Lucy y Nettie, otras vampiras que también habían perdido sus respectivos territorios y aquelarres.
Para no volver a ser vencida, María seleccionaba personas con experiencia en el ejército para convertirlos y aprovechar su conocimiento en el campo de batalla. En su búsqueda, María se topó con Jasper, quien se volvió su soldado favorito debido a sus habilidades para influir en los sentimientos de los demás. Juntos, María y Jasper formaron una tropa de vampiros recién nacidos para atacar a territorios vecinos y ampliar sus posesiones.
Uno de los aspectos más crueles de María era que ella se deshacía de los vampiros después de un año ya que perdían la fuerza que caracteriza a los neófitos. A la fecha, según las novelas de Stephenie Meyer, María sigue siendo la líder del aquelarre aunque algunos de sus miembros iniciales fueron eliminados por traición. Además, María continúa con la estrategia que ideó hace muchos siglos, creando vampiros recién nacidos para proteger sus tierras y matándolos al año de ser convertidos.