Después de dirigir Salvando al soldado Ryan, Steven Spielberg se obsesionó con las historias bélicas y desarrolló un nuevo proyecto en un formato televisivo, fue así como surgió Band of Brothers, una serie producida por Tom Hanks en conjunto con HBO Max. Aunque han pasado más de 20 años de su estreno, resulta igual de impactante que en 2001, debido a la crudeza de sus escenas, sin embargo, esto no se hubiera logrado si los actores no hubieran sido sometidos a este tortuoso método de actuación.
A lo largo de 10 episodios, todos disponibles en HBO Max, conocemos la historia de los soldados que pertenecieron a la Easy Company, quienes pelearon durante la Segunda Guerra Mundial como parte del Regimiento de Infantería de Paracaidistas del Ejército de los Estados Unidos, por lo que se presenta su entrenamiento en Atlanta hasta el Kehlsteinhaus de Hitler en Berchtesgaden, Baviera. Pero para hacer la serie más realista, el director de La lista de Schindler sometió a los actores a un rígido entrenamiento militar.
Damian Lewis, Ron Livingston, Michael Cudlitz y David Schwimmer, fueron enviados a un campo de entrenamiento de diez días en Inglaterra, el cual era dirigido por el capitán Dale Dye, veterano de Vietnam. El objetivo era que los actores pudieran empatizar con sus personajes y comprender las circunstancias reales por las que atravesó la Easy Company. Un caso de method acting que resultó bastante traumatizante.
A los actores se les negó el acceso a teléfonos y se les ordenó dirigirse entre ellos utilizando sus nombres de Easy Company. Pero eso no fue todo. Las estrellas también tuvieron que trabajar jornadas de 18 horas y despertar a las 6 a.m. para correr cinco millas, para luego continuar con ejercicios con armas de fuego, maniobras tácticas, tiroteos simulados y guardias nocturnas. El entrenamiento fue tan real que incluso Neal McDonough fue herido con un arma de fuego.
Rick Gómez, quien interpretó al soldado George Luz, dejó claro su cansancio en un vídeo diario de la producción: "No nos quedan fuerzas". Además, Scott Grimes, quien interpreta a Donald Malarkey, admitió que hubo varios actores que lloraron hasta quedarse dormidos la primera noche del campo de entrenamiento. Aún así la experiencia rindió frutos, ya que de esta manera los actores pudieron conectar con sus personajes y entender la vida cotidiana de una unidad militar, creando un sentido de comunidad dentro del grupo, lo cual se ve reflejado en la exitosa serie de HBO Max, en la que también participaron Michael Fassbender, Tom Hardy y James McAvoy.