Una de las quejas más frecuentes en torno a los clásicos de Disney es que sus historias son engañosas. Los verdaderos cuentos de La sirenita, Blancanieves y los siete enanos, La bella durmiente y hasta La cenicienta, no tienen los finales felices que mostraron las cintas de la Casa del Ratón. Desde asesinatos, tortura y violencia, son algunos de los terribles sucesos que ocurren en las versiones originales de los cuentos de hadas de los hermanos Grimm y de Hans Christian Andersen.
Más aún, si algo no han podido lograr las cintas de Walt Disney es representar de forma real cómo es el amor. En casi todas las películas, las princesas se enamoran al instante, se casan con alguien que literalmente no conocen y nunca tienen problemas en sus relaciones que les ayuden a decidir si son realmente compatibles con su pareja; todo lo contrario a la vida de verdad. Sin embargo, la cinta de Shrek consiguió lo que ninguna otra película de la Casa del Ratón hasta la fecha.
Si la franquicia Shrek fuera sólo divertida, entonces no tendría el poder de permanencia que tiene. Más bien, es el corazón de la franquicia, específicamente su enfoque de lo que es el amor, lo que le ha permitido perdurar a pesar de haber sido estrenada hace más de 20 años. A todo el mundo le gusta pasar un rato de diversión pero si añades un poco de realidad al asunto, tendrás la fórmula perfecta, algo que Disney ha tratado de incorporar a sus películas más recientes.
De todo lo que Shrek hace bien, lo que más resalta es que no vende la idea al público de que el amor a primera vista es posible. De hecho, la franquicia muestra que el amor de verdad requiere de esfuerzo y trabajo de todas las partes involucradas, un aspecto que se enfatiza película con película. En la primera entrega, el hechizo de Fiona jamás se habría roto si ella no se hubiera enamorado de Shrek. Esto se comprueba en Shrek para siempre cuando el ogro besa a la Fiona de otra realidad para intentar arreglar las cosas y se da cuenta que no funciona dado que ella no lo conoce y no lo ama.
En Shrek 2 se muestra el papel que la familia desempeña en las relaciones de pareja, un tema que casi nunca es tratado en las películas de Disney. Los padres de Fiona, especialmente el rey Harold, no aceptan a su hija tal y como es, y por lo tanto tampoco a Shrek. Esto termina por afectar las decisiones de ambos, motivando al rey a contratar al Gato con botas para aniquilar al ogro.
La importancia de hacer un esfuerzo para entenderse mutuamente se ve en la relación entre Burro y Dragona. Es hasta que la Dragona se convierte en su pareja, que ella y Burro tienen una buena comunicación y respeto como valores importantes de una relación. En la segunda película, Burro se retira a la casa de Shrek debido a que está teniendo problemas con Dragona y prefiere tener un tiempo para pensar. ¿Alguna vez podríamos ver algo así en las cintas de Disney?