Pocos saben que Harry Potter y el cáliz de fuego tuvo una nominación al Oscar por Mejor diseño de arte, pero aún son menos los que realmente se dieron cuenta que la cuarta película de la saga protagonizada por Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint omitió uno de los momentos más controvertidos del libro de J.K. Rowling.
Para entender este punto vamos a centrarnos en los elfos domésticos; estas mágicas criaturas a las que pertenece Dobby, quien fuera rescatado del maltrato de la familia Malfoy, es el mejor ejemplo, aunque existen muchísimos más en el vasto universo de Harry Potter.
Fue así como en el libro, Hermione descubre que hasta 100 elfos domésticos trabajan en secreto en Hogwarts, preparando la comida para la cena en el Gran Salón. Y cuando todos los estudiantes y profesores terminan y van directo a dormir, estos pequeños vuelve y deben limpiar en silencio todo el espacio.
Esto hizo que Hermione creará una organización benéfica conocida como Fondo de Apoyo a la Liberación de los Elfos (FALE). Esta tenía la misión de que reciban un salario, horario de trabajo fijo, vacaciones y seguridad social; por ello escribió un manifiesto donde pedía que los elfos deberían tener un mejor estatus en el mundo mágico a largo plazo, incluso pidió que tuvieran una varita mágica.
Y claro, Harry y Ron formaron parte de su organización, aunque lo hicieron más por amistad que por verdadera convicción. Hermione nombró a Ron tesorero y a Harry secretario.
Aunque en principio suena a una maravillosa idea, Hermione se encerró tanto en sus pensamientos y deseos que no le dio oportunidad a los elfos de expresar sus deseos. Sí, Dobby era feliz siendo libre, pero muchos otros elfos domésticos también son felices trabajando para una familia, incluso consideraban como un deshonor el hecho de quedarse desempleados.
Fue así como la medida de Hermione no fue del todo bien pensada, pues su gran corazón también se convirtió en una situación que muchos elfos domésticos de Hogwarts no deseaban. Y dado que esta fue una iniciativa completa de la poderosa hechicera, fue un elemento sencillo de eliminar de la película y de paso ahorrarse un discurso que pudiera dividir al público.