Como uno de los mago más famosos del mundo, Harry Potter tiene muchos enemigos en el mundo mágico. Más allá del oscuro personaje de Ralph Fiennes, quien ha tenido una rencilla con "El niño que vivió" desde el inicio de la franquicia es Draco Malfoy. En Harry Potter y la piedra filosofal, Draco (Tom Felton) intentó hacer que Potter fuera su aliado y se uniera a su grupo de matones, sin embargo, el personaje de Daniel Radcliffe decidió quedarse con Hermione Granger y Ron Weasley. A pesar de que Harry es evidentemente más hábil que Draco en la magia, existe una materia en la que Malfoy es mucho más avanzado.
En toda la saga, Harry nunca aprendió el arte de la Oclumancia. Severus Snape comenzó a enseñarle a Harry esta oscura rama de la magia en Harry Potter y la Orden del Fénix, ya que Dumbledore esperaba que con esto Voldemort no sería capaz de usar su conexión con Harry para obtener información o poseerlo. Por supuesto, estas lecciones fueron catastróficas para Harry. Cuando Snape se negó a seguir enseñándole Oclumancia a Harry, el mago no estaba ni de cerca de obtener el control necesario para mantener su mente segura.
Aunque Harry tuvo problemas con la Oclumancia, Draco Malfoy se destacó en esta rama. En Harry Potter y el misterio del príncipe, se da a conocer el interés de Draco por la Oclumancia, razón por la que había estado tomando lecciones con su tía, Bellatrix Lestrange. De esta manera, nadie en Hogwarts habría podido determinar que Draco estaba planeando asesinar a Albus Dumbledore como parte de la misión encomendada por Lord Voldemort. De hecho, Draco tuvo tanto éxito que ni siquiera Snape pudo sumergirse en su mente y descubrir lo que estaba planeando.
¿Por qué el chico de Slytherin podría dominar esta habilidad pero Harry Potter? De acuerdo con J.K. Rowling, la razón por la que Draco Malfoy era mucho más hábil en Oclumancia que Harry Potter era debido a su capacidad de lidiar con las emociones. La autora afirmó que para Draco "era fácil reprimir sus sentimientis y negar partes esenciales de sí mismo", algo que le sería de utilidad al momento de que un mago intentara ver dentro de su mente.
La experiencia educativa de Draco fue aterradora. Lucius Malfoy esperaba lo mejor de su hijo, por lo que no habría tolerado la debilidad y las muestras excesivas de emoción. Para hacer frente a esto, Draco aprendió desde muy joven a reprimir sus sentimientos y presentar un exterior frío, fuerte y orgulloso. Además, Draco estaba bajo una inmensa presión cuando comenzó a aprender Oclumancia ya que acababa de convertirse en un mortífago y estaba ansioso por demostrar sus talentos en la misión de Lord Voldemort. Con Bellatrix como su maestra, Draco habría puesto todo de su parte para volverse un experto en Oclumancia, ya que la alternativa habría sido la muerte.