Basada en la novela de 1971 del mismo nombre de William Peter Blatty, El exorcista sigue al padre Lankester Merrin (Max von Sydow) y al padre Damien Karras (Jason Miller) mientras se les encarga realizar un exorcismo en Regan MacNeil (Linda Blair), de 12 años, que comenzó a actuar violentamente, hablando en lenguas antiguas e incluso mató a uno de los amigos de su madre. Sin embargo, el exorcismo resulta ser mucho más complejo y peligroso de lo que esperaban, ya que el demonio comienza a atacar psicológicamente a Karras, que hace todo lo posible para salvar a Regan y liberarla.
El demonio que se hace cargo de la joven Regan se llama Pazuzu, y El exorcista no fue su única aparición, ya que continuó presente en el resto de las películas de la franquicia, incluyendo El exorcista 2: El hereje, y aquí está la verdadera historia detrás de esta criatura. La película de William Friedkin no perdió tiempo en la presentación de Pazuzu, con sus secuencias de apertura siguiendo al Padre Merrin en el norte de Irak, ya que fue parte de una excavación arqueológica donde se desenterraron un medallón de San José y un artefacto que representaba a Pazuzu.
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Merrin se llevó el amuleto de Pazuzu con él, posiblemente portando a la entidad demoníaca, pero es importante recordar que Regan fue poseída a través de su uso de la tabla Ouija, y Merrin no la recibió hasta que fue llamado para realizar el exorcismo. Para liberar a Regan de Pazuzu, Karras se ofreció a sí mismo, pero antes de poseerlo, Pazuzu arrancó el medallón de San José del cuello de Karras. Karras luchó contra el demonio el tiempo suficiente para tirarse por la ventana, poniendo fin a las posesiones de Pazuzu, al menos por un tiempo.
Estas son las verdaderas inspiraciones mitológicas de Pazuzu
El Pazuzu cinematográfico se basa en una antigua entidad mesopotámica del mismo nombre, aunque también se conoce como Fazuzu o Pazuza. Pazuzu era una personificación del viento del suroeste y se consideraba un viento destructivo y peligroso, pero también un repelente a otros demonios, protegiendo el hogar de su influencia, siendo especialmente protector de las mujeres y las madres. Al igual que su versión en El exorcista, Pazuzu fue representado como una combinación de partes animales y humanas, con un cuerpo de forma canina (sin pelaje), garras de pájaro para los pies, dos juegos de alas, una cola de escorpión y un pene serpentino, y sostiene su mano derecha hacia arriba y su mano izquierda hacia abajo.
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A diferencia de Pazuzu en El exorcista, la entidad mesopotámica se utilizó para proteger los hogares, y se han encontrado varios objetos de protección relacionados con él a lo largo de los siglos, y aunque se le considera un espíritu maligno y está asociado con la plaga, no se cree que sea malicioso y no hay historias de posesión demoníaca que lo involucren, al menos en su tradición original, la mesopotámica.
Sin embargo, en la antigua religión asiria y babilónica, Pazuzu era el rey de los demonios del viento, una entidad maligna dicotómica que simultáneamente provocaba hambruna y destrucción y ahuyentaba a otros demonios. Según la arqueología moderna, la evidencia material más antigua de Pazuzu, descubierta en la tumba de una mujer cerca del actual Irak, se remonta al siglo VIII a.C.
