A 50 años de su estreno, El Exorcista sigue siendo una de las más perturbadoras del género, pues además de las grandes actuaciones de Linda Blair, Ellen Burstyn y Jason Miller, el film destaca por sus efectos visuales y sus sangrientas secuencias que en su momento provocaron vómitos y desmayos. Ahora David Gordon Green (Halloween: Ends) ha decidido continuar con el legado del fallecido William Friedkin con El exorcista: Creyentes, ya en cines, sin embargo tuvieron que tomar algunas precauciones durante el rodaje.
La secuela se centra en Angela (Lidya Jewett) y Katherin (Olivia Marcum), dos niñas poseídas, que después de estar desaparecidas en el bosque regresan a casa teniendo extraños comportamientos que nos hacen recordar a Regan (Linda Blair). Pero esta vez el mal no solo se manifiesta dentro de su hogar, las inocentes víctimas recorrerán diferentes lugares desde hospitales hasta Iglesias, demostrando que no hay nadie que pueda vencer el mal.
Superar al film original es un gran reto y los creadores no solo tuvieron que lidiar con esta presión, sino que también debieron tranquilizar al equipo de producción para que no se sugestionaran, ya que en la película de 1973 ocurrieron varios incidentes, desde incendios, muertes y hasta accidentes que retrasaron el rodaje, por lo que muchos creyeron que la película estaba maldita y no quedaba de otra más que encomendarse a su fe.
Green y Jason Blum, productor y director de Blum House, no quisieron correr el mismo riesgo, así lo revelaron en una conversación con SensaCine Latam. El tema de la religión está muy presente en la historia, por lo que no querían ser completamente escépticos. "Sí, y no sólo dentro de los temas de la película y la diversidad de filosofías religiosas, sino que cada actor, cada persona del equipo tiene su propia manera de ver lo que hay más allá y más allá", comentó el director de Halloween.
Pero decidieron proteger al equipo de alguna forma. "Teníamos asesores y consultores espirituales y teníamos un sacerdote o una sacerdotisa que bendecía el set, quemábamos nuestra salvia, limpiábamos el televisor al final del día" agrego "Y así fue, realmente fue algo sobre lo que siempre sentí mucha curiosidad y pude aprender, aprender y recorrer algunos de esos rituales que pensé que eran realmente agradables.", concluyó Green y al parecer funcionaron estas técnicas para romper la maldición porque no hubo ningún problema en el rodaje, ahora será turno del público dar el veredicto final.