Como parte de los lanzamientos en Netflix, una nueva película de drama y suspenso llegó para fascinar a los usuarios de la plataforma con una intensa e inusual historia de supervivencia. Pero no se trata de algo similar a 127 horas o Miedo profundo, sino de Nowhere, una cinta española que toma como base un conflicto sociopolítico para situar a su vulnerable protagonista en medio de la nada y a la deriva del inmenso mar.
Protagonizada por Anna Castillo, Tamar Novas, Irina Bravo y Victoria Teijeiro, Nowhere nos relata la historia de una joven mujer embarazada llamada Mia, quien escapa junto a su esposo de una guerra dentro de su país y busca una nueva vida más allá de las fronteras, por lo que se ve obligada a formar parte de una travesía a bordo de un contenedor de carga que viaja en una embarcación, la cual pronto será afectada por una violenta e incontrolable tormenta.
Dirigida por Albert Pintó, esta cinta de Netflix muestra una de las escenas más desgarradoras y estresantes que te podrías imaginar. Uno de los elementos más importantes de la historia es el embarazo de Mia, así que el guionista no perdió la oportunidad de darle uno de los partos más peculiares. Si de por sí ya es un procedimiento sumamente doloroso para las personas gestantes, ¿ahora te imaginas cómo sería dar a luz sin recibir ayuda de nadie y dentro de un contenedor que naufraga?
Eso no representa únicamente una idea aterradora, sino que también fue una escena compleja de rodar para la actriz protagonista. De acuerdo con Pintó, filmar la parte en la que Mia está sola y comienzan sus contracciones mientras el contenedor se inunda resultó sumamente importante para él: “Quería que su historia fuera cruda y emocional, que pudieras sumergirte en el drama de nuestra protagonista y no distanciarte de ella en ningún momento. Que sintieras su dolor y alegría tanto como fuera posible, para sentir la supervivencia en tu propio pellejo”, declaró a Netflix.
Para Castillo no fue nada distinto, pues tenía que dar la impresión de que era algo muy trágico y doloroso para ella, sobre todo porque tuvo que gritar tanto que sufrió una gran infección en la garganta. “Mia estaba en un momento muy vulnerable porque carga con una culpa enorme. Si yo fuera ella, no hubiera tardado nada en renunciar a ello”, reveló a ES Euro; sin embargo, eso no era posible para su personaje. “Tuve que usar protecciones y una panza gigante que pesaba ocho kilos, pero en la película el contenedor cae al mar, así que los golpes eran reales porque todo se movía demasiado”.
Con todo el humo que había dentro del set, la también actriz de La llamada reveló que no solo le dio amigdalitis, sino que también se enfermó de fiebre y tuvieron que suspender el rodaje para que tuviera tiempo de recuperarse mientras tomaba su tratamiento con antibióticos y reposaba desde su hogar. Si aún no has visto Nowhere, te recordamos que la encuentras disponible en Netflix.