La representación del vampiro en el cine y la televisión ha experimentado una fascinante evolución a lo largo de la historia del entretenimiento. Desde las icónicas Nosferatu de F.W. Murnau y Drácula de Bram Stoker de la mano de Francis Ford Coppola, hasta las ingeniosas interpretaciones de Lo que hacemos en las sombras de Jemaine Clement y The Strain de Guillermo del Toro, las figuras vampíricas han sido una constante en la cultura audiovisual. Este fenómeno sugiere la versatilidad del mito del vampiro, capaz de adaptarse a una amplia gama de tonos y soportes, incluyendo los videojuegos y la animación.
Las adaptaciones de videojuegos son un territorio notoriamente espinoso tanto para la televisión como para el cine. Castlevania de Warren Ellis es la rara excepción, con una historia de anime centrada en Drácula tan impresionante como desgarradora. Es cierto que la serie necesita algo de tiempo para encontrar su ritmo, ofreciendo entradas sólidas pero algo decepcionantes en sus temporadas 1 y 2, significativamente más cortas. Pero la hermosa y oscura Castlevania brilla en las temporadas 3 y 4, con su estilo artístico gótico alcanzando su punto más elevado.
Disfruta de 'Guardianes de la Galaxia 3' y 'Elementos' por solo 45 pesos en Disney+Todas esas fortalezas, en lugar de ser recicladas con pereza, reciben nuevos bríos y alcances en Castlevania: Nocturno, un nuevo relato encabezado por el productor ejecutivo Clive Bradley y los codirectores Sam Deats y Adam Deats. La serie, cuyos 8 capítulos ya se encuentran disponibles en Netflix, se parece mucho a su predecesora en términos de centrarse en un vástago torturado que libra una guerra contra demonios maquiavélicos chupadores de sangre que se creen dioses que caminan entre ganado mortal.
Netflix
'Castlevania: Nocturno' está ambientada a finales del siglo XVIII durante la Revolución Francesa
El relato comienza cientos de años después de los eventos de la primera serie, cuando el asesino de demonios Richter Belmont (Edward Bluemel) se dirige a Francia en busca de venganza y vampiros. Al igual que su lejano antepasado Trevor, que empuñaba un látigo sagrado, los talentos innatos de Richter para la magia lo hacen perfectamente apto para ingresar al negocio familiar y ser criado por su formidable madre guerrera Julia (Sophie Skelton).
Juntos, el potencial bruto de Richter y la tutela de Julia lo hacen excepcionalmente poderoso incluso desde una edad temprana. Pero a pesar de toda la habilidad de Julia con la reliquia mortal de su familia, el mundo de Castlevania: Nocturno está repleto de vampiros incluso siglos después de que Drácula aparentemente haya sido destruido, y la serie presenta al principio un momento devastador en el pasado de Richter que no revelaremos aquí para no estropear la experiencia.
Netflix
Aunque Nocturno se desarrolla en la misma continuidad que el programa anterior de Castlevania, también utiliza piezas importantes de la historia de los juegos Castlevania (Rondo of Blood y Symphony of the Night) de Konami para contar una historia fascinante sobre las hipocresías inherentes al registro histórico de la época. Aquí, la Revolución Francesa no es sólo un período transformador de malestar social entre élites adineradas y campesinos empobrecidos, hartos de su subyugación. Es una guerra entre demonios como Drolta Tzuentes (Elarica Johnson) que manipula a los mortales desde las sombras, humanos egoístas como el Abad (Richard Dormer) hambriento de poder y agitadores como la invocadora Maria (Pixie Davies) que quiere desmantelar todo el sistema opresivo de poder.
