Quentin Tarantino es uno de los cineastas que has visto al menos una vez en tu vida. Miles de personas se han enamorado del cine tras ver alguna de sus películas, no por nada Pulp Fiction, Perros de reserva o Kill Bill figuran como algunos de los largometrajes más queridos por las audiencias, o al menos para aquellos que van iniciando como cinéfilos. Con una seleccionada filmografía, el autor estadounidense se convirtió en uno de los realizadores más aclamados y sus obras siempre son esperadas con gran anhelo por los espectadores.
Hay varios elementos que distinguen la obra de Tarantino pero si hay algo que nunca falta en sus películas, definitivamente es una imagen de pies. Cada una de sus cintas contiene al menos un personaje que tiene una escena en la que sus pies son protagonistas; desde Uma Thurman hasta Margaret Qualley, han sido distintas actrices las que han formado parte de este fetiche que decenas de personas han señalado tras ver sus proyectos.
Esto ha sido evidente no solo en las películas que ha dirigido él mismo, sino también en las que ha protagonizado. ¿Recuerdas Del crepúsculo al amanecer? La película de Robert Rodriguez en la que Tarantino interpreta a Richie Gecko y que curiosamente él también escribió, donde vemos una escena en que Salma Hayek le da de beber tequila desde su pie y éste succiona sus dedos. Sin dudarlo son imágenes incómodas de mirar, pero ¿realmente aportan algo a sus historias?
Algunos espectadores han comentado cómo las actrices de sus largometrajes son cosificadas al retratar sus pies de esa manera, evidenciando solamente los impulsos sexuales que tiene el realizador con respecto a ellos y que funde a través de su dirección en las películas. Así que muchos se preguntan, ¿de dónde nace la obsesión por los pies? Desde la Edad Media, dicha parte del cuerpo humano era algo que jamás se mostraba desnuda frente a los demás, así que causaban cierta intriga, pero únicamente se podían ver en la intimidad.
Miramax
Incluso hay neurocientíficos como Vilayanur S. Ramachandran que aseguran que los pies tienen conexión con los genitales al tener una aproximación cercana dentro del cerebro, mientras que otros autores como Sigmund Freud los relacionan con las experiencias que se vivieron durante la infancia. Aunque Tarantino ha sido explícito cuando se trata de filmar pies de mujeres, podríamos interpretar que estos fungen como un símbolo dentro de sus películas; en Kill Bill, por ejemplo, serían sinónimo de peligro, dolor y vulnerabilidad, o quizás simplemente quiere incomodar a la audiencia.
Miramax
Al ser cuestionado por GQ sobre esta peculiar característica en sus producciones, el cineasta se molestó pero declaró que no ha sido el único: “Así es la buena dirección. Antes de mí, era Luis Buñuel. Y [Alfred] Hitchcock ha sido acusado de eso también”. Aunque el simbolismo no aplica para todos sus proyectos, tal como lo vimos en Del crepúsculo al amanecer o en Había una vez en Hollywood, no podemos negar que esto ya es casi un sello autoral del realizador. ¿Qué opinas de su fetiche por los pies?
