La franquicia de películas basadas en las novelas de J.K. Rowling ha dado a los fanáticos momentos de mucha felicidad, aunque también otros de suma tristeza. Las partidas de personajes muy queridos como Dobby, el tierno elfo doméstico, uno de los gemelos Weasley y de Sirius Black (Gary Oldman), dejaron en los potterheads un nudo en la garganta. Sin embargo, una de las muertes más peculiares fue la de Alastor "Ojoloco" Moody, la cual fue retratada de una forma decepcionante en Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte 1 según los fanáticos.
El personaje interpretado por Brendan Gleeson apareció por primera vez en Harry Potter y el cáliz de fuego, aunque en realidad sólo era una fachada del mortífago Barty Crouch Junior. Antes del inicio de la Primera Guerra Mágica, Moody ya era un auror. Más tarde, se convirtió en una de las cabezas de la Orden del Fénix con la invitación de Albus Dumbledore, enfrentándose con gran valor a las brujas y magos seguidores de Lord Voldemort. Luego de la caída del Señor Tenebroso, Moody inició una caza de mortífagos llenando muchas de las celdas de Azkaban con ellos.
Alastor Moody muere al inicio de la séptima entrega de Harry Potter, no obstante, la forma en la que se representa su muerte ha sido objeto de reclamo de muchos fanáticos. En la cinta no se da crédito a Moody como el gran orquestador del plan para transportar a Harry a salvo de Privet Drive a la madriguera de los Weasley. Sin la presencia de Moody, quien tuvo la genial idea de hacer una poción multijugos para confundir a los mortífagos y a Lord Voldemort, Harry no habría podido sobrevivir a la emboscada.
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De los siete magos que escoltaban a cada uno de los siete Potters como señuelo, el Señor Oscuro fue tras la persona que creía la más adecuada para mantener a salvo a Harry: Ojoloco Moody. Mundungus Fletcher, quien iba disfrazado de Harry Potter junto a Moody, le traiciona y huye de la batalla. Esto hace que Voldemort tenga el suficiente espacio para lanzar la maldición asesina hacia Ojoloco Moody y asú arrebatarle la vida. En la cinta sólo se dice que fue asesinado y no se hacen más menciones al respecto, dejando un vacío importante en la historia de Ojoloco Moody.
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En la novela, el cadáver de Moody cae trágicamente de su escoba. Esencialmente, si alguien pudiera defenderse en una lucha contra los mortífagos sedientos de sangre y Lord Voldemort, sería indudablemente Ojoloco Moody. Para los fanáticos del mundo mágico de Harry Potter, la muerte de Moody fuera de la pantalla es una oportunidad perdida para rendir tributo a un personaje de su talla. La película podría haber retratado un momento épico entre Moody y Voldemort, dos de los personajes más poderosos y hábiles con la magia tanto de los libros como de las películas.
