One Piece puso nuevamente en el mapa de navegación a Netflix. La exitosa adaptación del popular manga y claro, anime, hizo que la plataforma streaming se robara por completo la conversación durante varias semanas gracias al trabajo de Iñaki Godoy, Emily Rudd y Mackenyu. A pesar de las buenas noticias, el mismísimo Eiichiro Oda, creador de la historia, le puso una prohibición a la casa productora.
No es un secreto que si dejas a Netflix tomar el control absoluto de una adaptación, las cosas no siempre salen bien, sino pregúntenle a Cowboy Bebop y Death Note. Con esto en mente, Oda supervisó personalmente el desarrollo de la serie live-action, algo que el productor Steven Maeda recordó en entrevista con TVLine.
Una de las estipulaciones de Eiichiro Oda estaba en contra de los romances en equipo. Eso es un claro no en lo que respecta al manga y la serie de acción real.Demon Slayer', 'Jujutsu Kaisen' y otros anime que necesitan un live-action
Podían tener autorización legal para adaptar personajes como Garp (Vincent Regan), Helmeppo (Aidan Scott), Koby (Morgan Davies), Usopp (Jacob Romero) o Sanji (Taz Skylar), pero sería absolutamente imposible que siquiera pensaran los productores en crear un vínculo amoroso entre la tripulación principal.
Y con estas claras indicaciones, fue como realizaron la primera temporada de One Piece, algo que sin duda trajo buenos resultados, pues los fans y la crítica les dieron una cálida aceptación, tanto así que la serie rompió algunos récords y claro, Netflix confirmó la segunda temporada.