El uso de la Inteligencia Artificial (IA) ha sido bastante problemática, en especial en la industria del entretenimiento, por lo que algunos cineastas han abordado los riesgos que podría traer esta herramienta en situaciones distópicas, como vimos recientemente en Misión Imposible Sentencia Mortal, Agente Stone, M3gan o incluso series como Black Mirror. Esta ha sido una de las principales causas de la huelga de actores y guionista, una problemática que ahora ha afectado al gremio literario.
George R.R. Martin, creador de Game of Thrones y House of the dragon, se unió junto a otros escritores para demandar a OpenaAI en un tribunal federal de Manhattan. La demanda colectiva integrada por John Grisham, Jonathan Franzen, George Saunders, Jodi Picault y otros autores, ha acusado a ChatGPT por violar los derechos de autor.
Michael Connelly, escritor de The Lincoln Lawyer, apoyó las peticiones de la asociación de autores profesionales, Authors Guild, que presentó la demanda este martes 19 de septiembre, en la que escritores, propietarios de código fuente y artistas visuales acusan a los proveedores de IA generativa por usar sus obras para entrenar sus sistemas de IA, esto debido a que ChatGPT generaba resúmenes precisos de los libros de los autores implicados, lo que indicaba que su texto estaba en su base de datos.
Los representantes de OpenAI, respaldados por Microsoft, no respondieron de inmediato, pero aseguraron que el uso de datos de entrenamiento que son extraídos de internet no incumplen la legislación estadounidense sobre derechos de autor. Herramientas como ChatGPT, incorpora textos a estos programas para entrenar a su IA y así mejorar su capacidad de crear contenidos. Sin embargo, la asociación de autores se ha defendido diciendo que estos datos pudieron ser tomados de libros ilegales de internet.
"Deben tener la posibilidad de controlar si la IA generativa utiliza sus obras y cómo lo hace para preservar nuestra literatura”, declaró Mary Rasenberger, directora general de la asociación Authors Guild. La demanda también responde al temor colectivo de los escritores de ser remplazados por sistemas de Inteligencia Artificial, un tema que recién expusó Guillermo del Toro en el TIFF, "tenemos que valorar el arte de la humanidad".
Los implicados solicitan una indemnización por daños y perjuicios de hasta 150.000 dólares por obra, que sería equivalente a más de dos millones de pesos mexicanos. Por ahora otros de los demandados son Meta Platforms y Stability AI, sin embargo, se han defendido diciendo que sus chatbots no plagian el contenido de los artistas, sino que se inspiran en sus obras para crear propias.