Si hablamos de las grandes mentes del llamado “Nuevo Hollywood”, no podemos evitar nombrar a Steven Spielberg. Con su inigualable talento, el cineasta originario de Ohio ha creado mundos inimaginables en cintas como E.T., el extraterrestre y Parque Jurásico, además de dramas aclamados por la crítica como La lista de Schindler y Rescatando al soldado Ryan. Su trabajo más reciente, Los Fabelman, es una obra semiautográfica en la que Spielberg muestra momentos especiales de su propia infancia y juventud.
Con una carrera tan larga, no sería imposible pensar que nada ni nadie es capaz de asombrar a Spielberg; sin embargo, siempre hay un espacio para las emociones en la vida del cineasta. En 1999, hace casi dos décadas y media, Spielberg fue invitado a asistir a Inside the Actors Studio, un programa de entrevistas estadounidense a cargo del escritor y presentador John Lipton. Entre las muchas preguntas que Lipton hizo a Spielberg, una de ellas lo tomó por sorpresa, ya que nadie nunca le había hecho un cuestionamiento así.
La pregunta de Lipton estaba relacionada con su primer trabajo de ciencia ficción, Encuentros cercanos del tercer tipo, que llegó a los cines en 1977. Una de las secuencias más recordadas de la trayectoria de Spielberg ocurre en la cima de una montaña en Wyoming, donde una gran nave espacial aterriza frente a la base establecida por un equipo de científicos. Aquí, los expertos comienzan a presionar el teclado de un sintetizador, conectado a una enorme computadora instalada en una pared luminosa. En realidad, esta escena tiene un significado muy especial para el director de Tiburón.
"Tu padre era informático, tu madre se dedicaba a la música. Cuando la nave espacial aterriza, ¿cómo se comunican?", fue la pregunta de Lipton. Ante las palabras del presentador, Spielberg no pudo evitar sonreír para después decir: "Esa es una muy buena pregunta, me gusta mucho. La respondiste tú mismo”. Más adelante en la entrevista, Lipton subrayó que la forma de comunicación se hacía a través de la música y la computadora, un guiño a la infancia de Spielberg y de la relación especial que compartían sus padres.
Y aunque pareciera que Spielberg planeó todo esto, en realidad fue pura corazonada. "Me encantaría decir que tenía la intención de hacer esto, que me di cuenta de que se trataba de mi mamá y mi papá, pero (ese no fue el caso) hasta ese momento. Gracias por eso", dijo Spielberg al entrevistador, sumamente conmovido por la profundidad de la pregunta. Los Fabelman, la última cinta de Spielberg en estar nominada a los Premios de la Academia, aborda la relación tan especial y profunda, aunque a veces tumultosa, que sus padres tenían, con la música y la informática.