Todo cambió en la cultura popular y la industria cinematográfica con el estreno de Crepúsculo en 2008. Esta película protagonizada por Robert Pattinson y Kristen Stewart desató un fenómeno social y cultural que, a más de 10 años de su lanzamiento, continúa siendo tan importante como en aquel entonces. La entrañable historia sobre un vampiro que se enamora de una simple mortal cambió las expectativas románticas de miles de personas y hasta la fecha se sigue hablando sobre la inusual relación entre Edward Cullen y Bella Swan.
Catherine Hardwicke fue la encargada de llevar a la pantalla grande la primera novela de la serie literaria creada por Stephenie Meyer. La producción era pequeña y no tenía grandes expectativas, pero las audiencias se encargaron de convertir a la adaptación cinematográfica en todo un éxito y al año siguiente veríamos Luna Nueva, continuando con la historia de Bella, los Cullen y Jacob Black (Taylor Lautner), así como su manada de lobos y la tribu Quileute.
La saga se conformó en su totalidad por cinco películas, todas desde la perspectiva de Bella; sin embargo, la autora de los libros reveló que, en un principio, había escrito una novela paralela a Crepúsculo, la cual estaba narrada desde el punto de vista de otro personaje y que daba otro contexto de la historia de amor entre los protagonistas y la llegada de la joven de Phoenix al frío pueblo de Forks.
De acuerdo con Meyer, la otra novela que integra los acontecimientos de la primera entrega de la saga se llamaba Sol de Medianoche. En ella se cuenta la historia detrás de los ojos de Edward, en la que el vampiro analiza el arribo de Bella a su comunidad y cómo éste afecta a todos los chicos de la preparatoria, “haciéndolos actuar como si estuvieran en primer grado y acabaran de recibir un juguete nuevo”.
Lo curioso es que este pensamiento de Edward sí logró aparecer en la película de Hardwicke, pues hay una escena en la cinta en donde Jessica (Anna Kendrick) platica con Bella durante el desayuno en la cafetería de la escuela y hace el mismo comentario que Cullen pensó en la otra novela escrita por Meyer. ¿Te habría gustado leer la icónica historia de amor entre Bella y Edward desde la perspectiva de él?
Habría sido interesante que la película estuviera narrada también desde el lado de Edward, pero quizás así no habría sido tan enigmático el guapo y aislado chico de la preparatoria. ¿Habrá sabido Robert Pattinson que su papel en esta saga de vampiros pudo ser aún más grande? Tal vez así le habría sido más difícil librarse del ensombrecedor personaje.
Lo cierto es que aunque no haya llevado la delantera de la historia como lo hizo Bella, el personaje continúa siendo todo un hito en la cultura popular y en las películas de vampiros, y sigue robando corazones a todas las espectadoras que se encuentran con esta película por primera vez o las que la ven cada que el día se nubla… ya sabes, ¿no? Porque cada que el día está nublado significa que los Cullen salieron a jugar béisbol.