Algunos de los personajes más famosos del cine y la televisión no podrían ser imaginados con un rostro diferente. Por ejemplo, la franquicia de Harry Potter no podría concebirse sin la presencia de Daniel Radcliffe, al igual que Kristen Stewart y Robert Pattinson como Bella Swan y Edward Cullen de Crepúsculo. Sin embargo, no todos los actores y actrices que han interpretado a personajes icónicos fueron considerados como la primera opción.
Así ocurrió con Daenerys Targaryen en Game of Thrones, personaje interpretado por Emilia Clarke. La chica que pudo haber sido reina, cuya eventual caída a la locura arruinó sus planes en la serie, es uno de los personajes más queridos y reconocibles de la historia de George R.R. Martin. En gran parte, algo que hace tan único al personaje de Daenerys es que la mismísima Emilia Clarke es la encargada de darle vida en la pantalla chica. Lo que pocos saben que la también actriz de Yo antes de ti no fue la primera en la lista para ser la Madre de los Dragones.
Antes de Clark, a otra actriz le ofrecieron el papel, quien terminó desechándolo debido a que no sentía que era adecuado para ella. Mucho antes de que el primer capítulo de Game of Thrones llegara a las pantallas de los fanáticos, los encargados de la serie probaron su suerte haciendo un episodio piloto y ver la reacción del público. Además de los malos accesorios, como pelucas y trajes improvisados, y caballos que estaban muy nerviosos, la filmación tuvo un elenco distinto al que conocemos en la actualidad.
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La Khaleesi favorita de todos no fue interpretada originalmente por Clarke, sino por Tamzin Merchant. Merchant es conocida por participar en producciones como The Tudors, Salem y Carnival Row. Merchant fue la primera en ponerse la peluca rubia platinada, con la suerte de tal vez convertirse en Daenerys Targaryen. En el piloto que no tuvo éxito, la actriz participó en escenas como el matrimonio de Dany con Khal Drogo (Jason Momoa), así como la secuencia de sexo entre la pareja, la cual fue mucho menos gráfica que la edición final.
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Según la propia Merchant, ella tampoco estaba muy interesada en quedarse en la serie. En una entrevista con Entertainment Weekly, la actriz reveló que su salida de Game of Thrones no fue precisamente una mala experiencia ya que ella misma fue quien trató de salirse del programa, pero la convencieron de quedarse un poco más. Finalmente, optó por decir adiós debido a que el papel no le emocionaba, y sin eso, ella no podría dar todo de sí al personaje. Merchant también dijo que, a diferencia de ella, Emilia Clarke estaba más que emocionada de participar en la serie, y fue esto lo que hizo que su interpretación fuera inolvidable.
