La comedia es uno de los géneros más explorados en la cinematografía mexicana y en películas como No se aceptan devoluciones, Nosotros los nobles o El Jeremías, la familia es el centro de la historia, ya que es la que define las decisiones y motivaciones de los protagonistas. Diego Graue sigue esta línea y presenta su ópera prima, Viaje todo robado, un divertido road trip que busca retratar las fantasías vacacionales de una familia, la cual termina en completo desastre.
El filme es encabezado por Bruno Bichir y Ana Claudia Talancón, quienes interpretan a un matrimonio consumido por las deudas, pero que frente a los demás fingen tener una vida perfecta. Todo cambia cuando Carlos Camargo encuentra un fajo de billetes en el baño de la oficina que podría ser la respuesta a todos sus problemas, sin embargo, ve esta oportunidad para darle una vacaciones inolvidables a su esposa e hijos, Charlie (Germán Bracco) y Lolita (Irka Castillo).
Las decisiones de Camargo se basan en tomar prestado una fuerte cantidad de dinero y la camioneta de su vecino para llevar a su familia de shopping en Texas, Estados Unidos, pero llegar no será nada fácil. Desde el encuentro con unos matones hasta quedarse sin dinero, las vacaciones terminan en un completo desastre, donde cada integrante deberá lidiar con sus propias decisiones, todo mientras el protagonista experimenta un delirio de persecución luego de que en la oficina comenzará un investigación por robo.
La película está ambientada en 2003 y retrata a la perfección las emociones que se viven en cualquier viaje, desde la felicidad que produce elegir la música de carretera hasta la molestía de olvidar cosas tan básicas como los pasaportes, por lo que el público puede sentirse completamente identificado con los sucesos que experimenta la familia Camargo. Conforme avanza la película se añaden nuevos conflictos que le darán al filme un toque de tensión que se aligera con los momentos cómicos bien llevados por Bichir y Talancón, quienes vuelven a trabajar juntos después de Perfectos desconocidos.
Quadritín México
Comedias como Infelices para siempre o Fuga de reinas también nos presentan conflictos dentro de un viaje donde los personajes se enfrentan a diferentes situaciones que les provocan un cambio, por lo regular positivo. Aunque la propuesta de Graue también recurre a esta fórmula, este se detiene a comprender a cada uno de los integrantes, quienes cuentan con sus propios problemas, en especial los padres. A pesar de que pueden sufrir graves consecuencias, logran solucionarlos muy fácilmente, por lo que el final resulta un poco apresurado, acabando de golpe con la tensión generada antes.
Por un lado Carlos, debe enfrentar sus malas decisiones y a pesar de que está dispuesto a entregarse con las autoridades por tomar dinero que no es suyo, otro hombre de la oficina es arrestado; en cambio él obtiene un aumento. Asimismo no enfrenta ningún castigo por destruir y tomar prestado el carro de su vecino. Lo mismo ocurre con Dolores, quien queda exenta de sus deudas luego de la insperada muerte de su cobradora; mientras que Lolita no pierde su beca y Charlie logra tomar una decisión sobre su futuro universatario.
El Norte
Un viaje robado no tiene un discurso aleccionador, ya que no es su su propósito, sin embargo esto puede parecer un poco inverosímil frente a los cientos de conflictos que enfrenta la familia. Un final de cuentos de hadas. De cualquier forma la cinta funciona para pasar un rato de diversión, además de que fácilmente podría ser clasificada como cine de autor, ya que retrata las vivencias del propio director, por lo que incluso vemos fotografías personales en los créditos. Una cinta que ya estará disponible en todos los cines y que es perfecta para quienes quieran realizar un viaje inolvidable a través de la pantalla.
