Zom 100: Cien cosas que quiero hacer antes de convertirme en zombi es el título más reciente de una serie de películas de Japón que debutaron en Netflix en los últimos meses después de Me llamo Chihiro y Re/member. Basado en una obra original del escritor Haro Aso y el ilustrador Kotaro Takata que debutó en la revista Shogakukan Monthly Sunday Gene-X en octubre de 2018, la película está dirigida por Ishida Yusuke a partir de un guión de Mishima Tatsuro y una producción de Morii Akira.
¿Es posible superar una crisis existencial en pleno apocalipsis zombi?
Zom 100 explora una mezcla única de géneros, combinando el apocalipsis zombi con elementos de comedia y exploración personal. La historia sigue a Akira Tendo (Eiji Akaso), un joven común y corriente que despierta un día para encontrarse en medio de un mundo invadido por zombis. En lugar de caer en el pánico, Akira toma una decisión audaz y refrescante: decide aprovechar la situación para cumplir su lista de deseos antes de morir, su "bucket list".
A principios de este año, Haro Aso, también autor de Alice in Borderland, le dijo a Variety que el panorama de los medios japoneses estaba saturado de zombis, en todo, desde cómics hasta programas de televisión y películas, pero aún quería probar un nuevo ángulo. Y precisamente este enfoque único agrega un giro interesante a la trama, alejándose del típico tono oscuro y sombrío del género zombi. A lo largo de 130 minutos, el filme aborda varios temas esenciales que le otorgan profundidad y significado, además de un buen rato de entretenimiento.
El primero de estos temas es el sentido de la vida y la mortalidad, presentando a Akira como un hombre común que, ante la muerte inminente, decide enfrentarla con una mezcla de valentía y humor. Esta actitud le lleva a reconsiderar sus prioridades y descubrir el valor de cada momento. La obra resalta cómo la proximidad de la muerte puede dar una perspectiva diferente sobre lo que realmente importa en la vida.
Otro tema destacado es la resiliencia y la adaptación. Akira, junto con su inusual compañera zombi, busca sobrevivir en un mundo hostil. Esta lucha por la supervivencia resalta la capacidad del ser humano para adaptarse a situaciones extremas y encontrar soluciones creativas para enfrentar desafíos aparentemente insuperables.
La película también explora el concepto de amistad y compañerismo en circunstancias extraordinarias. Akira entabla una relación única con una zombi llamada "Zombie-kun", que desafía las expectativas convencionales. A través de su vínculo, la historia demuestra cómo las conexiones humanas pueden surgir en los lugares más inesperados y cómo las diferencias pueden ser superadas en situaciones excepcionales.
El tema de la individualidad en una sociedad homogénea también es relevante en Zom 100. En un mundo zombi, donde la mayoría de las personas parecen haber perdido su individualidad, Akira mantiene su humanidad y persigue sus deseos personales. Esto plantea preguntas sobre la importancia de mantener la singularidad en un entorno que tiende a la uniformidad.
Por último, Zom 100 toca el tema de la esperanza en la adversidad. A pesar del sombrío panorama postapocalíptico (cuya atmósfera recuerda a La noche de los muertos vivientes de George A. Romero y Estación zombie de Sang-Ho Yeon), Akira mantiene viva su esperanza y sigue buscando momentos de alegría y satisfacción (muy en tono con Zombieland de Ruben Fleischer). Esta actitud positiva subraya cómo incluso en las peores circunstancias, la esperanza puede servir como un motor para seguir adelante.