Angel Manuel Soto, el director de la más reciente película de DC, Blue Beetle (que ya puedes disfrutar en Cinemex Forum, Cinemex Cibeles, Cinépolis Texcoco, Cinépolis Plaza Las Flores y muchos otros recintos), habla sobre su objetivo de hacer una obra de superhéroes entretenida, al mismo tiempo que honra a los directores sobre cuyos hombros se apoya. Si bien es cierto que en una entrevista con Discussing Film reveló varias de las referencias de la cultura pop para diseñar la apariencia y el entorno de su protagonista, incluyendo El quinto elemento, Mega Man y Dragon Ball Z, ahora, en una entrevista con Variety, Soto habló sobre la inspiración que encontró en uno de sus directores preferidos de todos los tiempos.
A pesar de las dificultades para promocionar Blue Beetle durante una huelga de escritores y actores, el director originario de Puerto Rico tiene la tarea de encabezar la primera película de Warner Bros. que presenta a un superhéroe latino. Sigue a Jaime Reyes (Xolo Maridueña) mientras regresa a su ciudad natal de El Paso, Texas, para encontrar a su familia luchando por llegar a fin de mes. Allí, se convierte en el tercer heredero del manto Blue Beetle, obteniendo sus poderes de un enigmático escarabajo, tanto mítico como tecnológicamente avanzado.
La transformación de Jaime en Blue Beetle implica que esté envuelto por un exoesqueleto negro y azul que le otorga sus poderes. Al hablar de la transformación, Soto dijo que quería que "la energía fuera divertida pero también contara la historia de las películas que me hicieron amar el cine". Se preguntó a sí mismo: "¿Cómo podemos hacer un David Cronenberg para los niños?".
David Cronenberg, el máximo exponente del body horror, es una de las grandes influencias de 'Blue Beetle'
Cronenberg es un director canadiense, considerado el padre del horror corporal y admirado por su trabajo en películas como Videodrome, El almuerzo desnudo, eXistenZ, Una historia violenta y recientemente Crímenes del futuro. Cronenberg ganó notoriedad por fusionar el terror y la ciencia ficción para representar transformaciones del cuerpo (que oscilan de lo monstruoso a lo grotesco) y reflexionar así sobre el papel que juegan la ciencia, la técnica y la tecnología en la alteración de lo orgánico.
Su obra maestra de 1986, La mosca, sigue a Seth Brundle, un científico interpretado por Jeff Goldblum, quien desarrolla una máquina de teletransportación experimental. Sin embargo, durante una prueba con su propia materia, una mosca entra en la cabina, lo que resulta en una fusión genética que transforma gradualmente a Brundle en una criatura mitad humano y mitad mosca. La película explora los horrores físicos y psicológicos de esta transformación, así como las implicaciones morales y éticas de la investigación científica y la manipulación genética.
Aunque La mosca y Blue Beetle pertenecen a géneros diferentes, ambos comparten paralelismos en términos de transformación traumática y pérdida de identidad. Ambas historias exploran los peligros de la ciencia y la tecnología desenfrenadas, con los personajes principales luchando por controlar sus vidas y enfrentando cuestionamientos sobre su identidad. A pesar de estas similitudes, La mosca es una película de horror científico centrada en la transformación y la decadencia, mientras que Blue Beetle, en un tono más ligero, es una historia de superhéroes con elementos de aventura y acción.