Martin Campbell no es un director con un estilo particular, y su compromiso con la narración no siempre ha sido estelar. Pero se las arregló para forjar una carrera como hombre de acción, alcanzando ocasionalmente la grandeza, incluido su bien considerado trabajo en las aventuras de James Bond (GoldenEye con Pierce Brosnan y Casino Royale con Daniel Craig). Todavía tratando de recuperar su posición en la industria después de la no tan querida Linterna Verde, Campbell recupera gran parte de su efectivo y antiguo ritmo en una intenso thriller de acción al más puro estilo de John Wick.
El protegido es una película de asesinos que no siempre quiere ser una película de asesinos, trabajando periódicamente en formas de llegar a la audiencia desde direcciones inesperadas. Campbell tiene sus escenarios y explosiones, pero también tiene un atractivo elenco dispuesto a jugar con el material, con Maggie Q (a quien seguramente recordarás en Divergente) y todo el poder de Marvel con dos experimentados actores que provienen de Spider-Man: De regreso a casa e Invasión secreta, todo esto aderezado con una trama intrigante y retorcida.
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Maggie Q muestra sus habilidades como estrella de cine de acción en 'El protegido'
En 1991, el asesino Moody (Samuel L. Jackson) estaba en un trabajo en Vietnam y se encontró con una chica aterrorizada que logró acabar con una habitación llena de hombres violentos por su cuenta. Criando a Anna (Maggie Q) como si fuera su propia hija, Moody entrena a la mujer para que sea una asesina profesional y trabaja en equipo para reunir una fortuna. Tres décadas después, tras un cruel y trágico evento, Anna se ve obligada a enfrentarse a la tierra que dejó hace tiempo para descubrir los siniestros planes de aquellos que han acechado a su tutor y guardián, Moody. Además, su misión se ve obstaculizada por la presencia de Rembrandt (Michael Keaton), un hombre importante en una organización criminal que está impresionado con las habilidades de Anna, pero también atraído por ella, lo que complica sus órdenes de detenerla.
Si bien se beneficia del asesinato, Moody es en realidad tipo con una brújula moral muy bien definida y con nobles sentimientos, con el guión (elaborado por Richard Wenk, quien trabajó en las dos películas de El justiciero de Denzel Washington) asegurando que los espectadores entiendan que no es un depredador, sino una persona cariñosa que reconoce el horror que Anna ha aguantado como una niña abandonada para defenderse.
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La película establece esta asociación durante una secuencia de apertura en Rumania, donde vemos a Anna en acción por primera vez, desenvolviéndose con habilidad en situaciones problemáticas mientras Moody la respalda desde la distancia. En el primer acto, se establece la vida de Anna fuera del mundo del asesinato, construyendo una impresionante librería y alejándose de su anterior existencia, confiando en que su mentor hará lo mismo. No obstante, Moody debe resolver asuntos pendientes en Vietnam, creando un inminente misterio que se presenta de manera siniestra y plausible.
Aunque Wenk se preocupa demasiado por crear nudos en su trama, empantanando el esfuerzo con largas explicaciones sobre vidas e identidades secretas, que Campbell no cuestiona, definitivamente la también actriz de Pesadilla siniestra y La isla de la fantasía ofrece una de sus mejores actuaciones en la pantalla grande, combinando su condición física con su valor emocional.
