Si te consideras un verdaderos fan de películas que reflexionan sobre el futuro de la humanidad mediante la ciencia ficción, entonces seguramente amas historias como: Interstellar, Dune, Terminator o 2001: Odisea en el espacio.Sin embargo, sobre este mismo tema, existe una cinta que aún en la actualidad es considerada una de las obras maestras del género debido a su narrativa visual.
Algo que nos gusta de estas películas siempre va relacionado a un futuro incierto y casi que apocalíptimo por las malas decisiones de la humanidad. Con esto sobre la mesa, debemos contarte de Niños del hombre de Alfonso Cuarón, la cual fue nominada a tres premios Oscar en 2007, incluyendo la categoría Mejor Guión Adaptado, Mejor Fotografía y Mejor Montaje.
La película plantea un mundo distópico donde no ha nacido ningún bebé en la Tierra y el mundo, excepto Inglaterra, ahora un Estado totalitario. Un hombre lucha por salvar a una joven embarazada mientras se ve inmerso en el conflicto entre Gobierno y rebeldes.
Pero si prestas atención te darás cuenta que el director de Gravity, construyó el skyline de Londres tal y como se vería en el 2027. La película fue grabada en 2005 y durante el rodaje, los edificios aún no habían sido terminados, por lo que decidieron completarlos para que tuvieron coherencia, algo que solo unos pocos notaron.
Asimismo en la película aparece la Shard Tower, conocida como "The Shard" y que forma parte actualmente de la silueta de la capital de Reino Unido, sin embargo esta ni siquiera había comenzado a contruirse, sino que lo haría hasta 2009. Pero Cuarón pensó en todo y para que las generaciones futuras no vieran nada raro, introdujeron la silueta de la torre al fondo de algunos planos.
Además no fue la única predicción, de hecho si te fijas en las placas de los policías te darás cuenta que presentan a Carlos como rey, dando a entender que Isabel II había muerto, un evento que sucedió el año pasado. Asimismo Clive Owen lleva una camiseta de las Olimpiadas de Londres de 2012, algo que ahora nos parece normal pero que en 2006 aún parecía algo muy lejano. Estos detalles son los que convierten a Niños del hombre en una producción fantástica y una de las favoritas de los fans del género.