Lanzar la pregunta en una sala llena de arqueólogos reales sobre qué los motivó a dedicarse a su disciplina sería un gran ejercicio para comprobar el alcance de Indiana Jones. Probablemente, más de uno señalaría como inspiración al famoso personaje de George Lucas (el también creador de Star Wars). Encarnado por Harrison Ford y desde su primera aparición en Los cazadores del Arca perdida, Indy se ha convertido en un clásico del cine de acción y aventuras.
Pero, si le pregunta a un arqueólogo real si los métodos de excavación de Indy son sólidos, no estarán de acuerdo. Hay un verdadero Dr. Jones de la arqueología que podría derribar el mito de Indy. La Dra. Alexandra Jones, fundadora y directora ejecutiva de Archaeology in the Community, recientemente analizó varias de las representaciones cinematográficas, incluyendo escenas de El templo de la perdición y El reino de la calavera de cristal.
En entrevista para Vanity Fair, Alexandra indica que lo que atraviesa Indy en las películas es mucho más extenso que lo que los arqueólogos descubren en sus sitios. Entonces, "si bien son películas emocionantes, divertidas y a todos nos gustaría tener aventuras como esta, son ficciones que no están arraigadas en ningún hecho. Esto no es lo que sucedería en un sitio arqueológico hoy en día. Lo que realmente está sucediendo no es ético y es algo en lo que ningún arqueólogo profesional se involucraría".
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En otras palabras, Indiana Jones le da mala fama a su línea de trabajo. A menudo se le ve robando artefactos y jugando con los estados naturales de los restos antiguos. Por ejemplo, en La última cruzada, cuando Indiana enseña a sus estudiantes universitarios, Alexandra está de acuerdo con sus comentarios acerca de que la arqueología se basa en "hechos" en lugar de verdades. Pero una vez que su amigo Marcus (Denholm Elliott) llega con artefactos robados para mostrarlos, estamos de vuelta en territorio poco ético.
Otros arqueólogos y expertos en antigüedades reconocen que las películas (cuatro de ellas dirigidas por Steven Spielberg) son pura ficción que presentan la arqueología como una aventura de gran éxito, pero no pueden evitar estremecerse por la forma en que Indy maltrata el mundo antiguo. "Hay códigos de ética en arqueología, y no creo que él sea miembro. De todos modos, no tiene buena reputación", dijo Mark Rose, director editorial en línea del Instituto Arqueológico de América.
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La realidad del trabajo de campo arqueológico no es la de un héroe solitario que se lanza a cámaras ocultas buscando una reliquia invaluable. Son grandes grupos de académicos y estudiantes que revisan minuciosamente los espacios para recuperar artefactos tan mundanos como fragmentos de cerámica. "Es bastante aventurero en cierto modo, porque en su mayor parte vas a un país exótico y profundizas en su pasado. Pero no es una aventura con un látigo y persiguiendo a los malos y buscando tesoros", dijo Bryant Wood, arqueólogo de Associates for Biblical Research.
"Estás trabajando en un sitio de forma tediosa, probablemente durante muchos, muchos años, y dedicas más tiempo a procesar los hallazgos y escribir informes que a excavar en el sitio. Pero eso no sería una buena historia para el público en general, gastar el 70 por ciento del tiempo metido en una biblioteca", concluye Wood, quien también ha lanzado comentarios poco favorables hacia películas como Tomb Raider de Angelina Jolie y La Momia de Brendan Fraser por distorsionar la labor de la arqueología.
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Harrison Ford regresa a su famoso papel en Indiana Jones y el Dial del Destino de James Mangold, que llega a las salas de Cinépolis y Cinemex este jueves 29 de junio, con un nuevo catálogo de personajes que incluyen a una aliada aventurera interpretada por Phoebe Waller-Bridge y a un enigmático villano encarnado por el siempre talentoso Mads Mikkelsen.
