La noticia que circuló el mundo en los últimos días fue la desaparición del submarino experimental de la compañía OceanGate Expeditions, misma que terminó en una tragedia al confirmarse el fallecimiento de cinco personas que iba a bordo con el fin de conocer los restos del Titanic. Esto provocó que James Cameron, director de la película protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, compartiera su opinión, criticando duramente el diseño y materiales empleados en el sumergible.
Durante una entrevista con CNN, el también director de Avatar aseguró que OceanGate tuvo que haber sometido a múltiples pruebas el casco del sumergible, incluso mencionó que era necesaria una certificación de la Oficina Estadounidense de Transporte Marítimo. “Creo que fue inconcebible que este grupo no pasara por ese proceso riguroso”.
Este detalle también fue denunciado en 2018 por un antiguo trabajador de OceanGate, quien dijo que la compañía siempre tuvo en mente mantener su navío como algo experimental y no certificado.
Uno de los materiales con los que este famoso sumergible fue elaborado llevaba un compuesto de carbono, algo que recubría el diseño y que Cameron dijo se trataba de algo “completamente inapropiado para un recipiente que ve presión externa". Los primeros reportes oficiales señalaron que el navío implosionó por las altas presiones a casi cuatro mil metros bajo el agua.
Sobre este último detalle, James Cameron aseguró que "para algo que está experimentando presión externa, todas las ventajas del material compuesto desaparecen y todas las desventajas entran en juego. Eran cosas conocidas. Eran conocidos por la comunidad de ingenieros”.
Esto lo llevó a criticar fuertemente todas las medidas previas de OceanGate Expeditions. “Pensé que era una idea horrible. Ojalá hubiera hablado, pero asumí que alguien era más inteligente que yo, ya sabes, porque nunca experimenté con esa tecnología, pero sonaba mal”, dijo a Reuters.
El Titan, transportaba al fundador de OceanGate, Stockton Rush, el empresario británico Hamish Harding, el multimillonario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman Dawood. Además del piloto francés Paul-Henri Nargeolet.