El cine y las plataformas streaming, además de promover el talento artístico y ser una fuente de entretenimiento, también son un negocio, esto jamás debemos olvidarlo. Con esto en mente, Netflix se ha hecho de un gran trozo del pastel con series que aluden al morbo a través de producciones que retratan los actos de sangrientos asesinos seriales como La historia de Jeffrey Dahmer con Evan Peters, algo que la temporada 6 de Black Mirror acaba de criticar duramente como nunca antes.
Desde el primer capítulo titulado Joan Is Awful, el creador de esta serie, Charlie Brooker, comenzó a dejarnos claro que no recibió censura alguna por parte de Netflix, pues en el episodio de Salma Hayek se muestra cómo las plataformas digitales pueden acceder a tus datos privados con un sólo click y encima de todo, ni siquiera se disculpan de un uso que termine perjudicando a terceros.
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Algo similar sucedió con el segundo episodio conocido como Loch Henry, donde Davis (Samuel Blenkin) y Pia (Myha'la Herrold) viaja a un pueblo escocés para filmar un documental sobre la naturaleza, pero su tranquilo viaje cambia cuando surgen los recuerdos de un asesino que vivió en este mismo lugar; esto cambia por completo el plan de la pareja y deciden hacerlo su nuevo tema de investigación, algo que lo lleva por un camino tétrico con impactantes revelaciones.
A lo largo de esta historia Brooker se dio el tiempo de mostrar una historia que, dentro de la ficción, lastimo a múltiples familias al tratarse de un sádico asesino. Y una vez que un par de jóvenes desarrollan una investigación que termina convirtiéndose en un documental, una plataforma streaming idéntica a Netflix decide meter dinero en la producción, le da un toque visual atractivo y lo vende al mundo como una producción adictiva e imperdible.
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También se hace referencia a la constante preocupación de Netflix de hacerse cuanta cantidad de premios sea posible. En este caso se trata de un premio BAFTA como la mejor serie documental, pero no es hasta una escena que muestra al joven protagonista en una glamurosa fiesta, donde aparece la cereza en el pastel: una famosa actriz se le acerca avisándole que ella y su productora están planeando adaptar su historia en una película de ficción.
Y una vez más, una autocrítica, pues Charlie Brooker a través de Black Mirror muestra una parte de Hollywood, aquella interesada en volver todo película o serie, sin pensar un solo momento en lo que esto conlleva. Lo único que realmente importa: el dinero y la fama, premios, suscriptores, audiencia.
Es así como la temporada 6 de Black Mirror acaba de lanzar una dura crítica a los procesos creativos y de desarollo del propio Netflix, quien tiene infinidad de producciones basadas en asesinos seriales como Cazar asesinos, Baraja: La firma del asesino, Ted Bundy: La confesión final, En la mente criminal, Mindhunter o Las cintas de John Wayne Gacy. Ahora dinos algo: ¿estás de acuerdo con la visión de Charlie Brooker a través de Joan Is Awful y Loch Henry?
