Mucho antes del Universo extendido de Marvel encabezado por Zack Snyder y La Liga de la Justicia, antes de la trilogía del Caballero de la Noche de Christopher Nolan, antes de la versión oscura y desesperanzadora de Matt Reeves, había un Batman con la suficiente convicción para gobernarlos a todos. En 1989, el héroe con capa de Michael Keaton saltó a la pantalla grande en Batman de Tim Burton.
En parte un gran éxito de taquilla, en parte la rareza gótica del director de Beetlejuice y El joven manos de tijera, en parte un cómic que cobra vida, para los fanáticos del icónico superhéroe fue una luz de esperanza: "Hacía mucho tiempo que no teníamos un Batman en la pantalla", dice el cineasta Andy Muschietti.
Para su hermana, Barbara Muschietti, que ha colaborado con Andy desde Mamá, su ópera prima, el Batman de Burton fue una experiencia cinematográfica formativa. "Era la primera vez que iba a ver una película en el Teatro Chino [de Grauman] el día de la inauguración", dice en entrevista para Empire.
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Pero a raíz de la secuela más extraña y salvaje de Burton, Batman regresa, en 1992, Keaton decidió colgar la capucha para siempre. Al menos hasta ahora. En The Flash, la tan esperada película del súper veloz héroe de DC, Barry Allen (Ezra Miller), dirigida por Muschietti, las maquinaciones multiversales envían al velocista escarlata a una realidad alternativa. Y en esa dimensión, Bruce Wayne ya no viene en la forma de Ben Affleck, sino en un Michael Keaton mayor y canoso.
"Nunca pensé que Keaton volvería a ser Batman, y mucho menos que nosotros lo hiciéramos y yo dirigiera", confiesa el director argentino. Si cada Batman ha tenido su propio tono, desde el detective oscuro de Robert Pattinson hasta el egocéntrico Christian Bale y el peleador fornido de Affleck, el murciélago de Keaton siempre fue estoico y formidable. "Su caracterización de Bruce Wayne y Batman fue alucinante", dice Muschietti.
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Descubrir cómo exactamente tres décadas habrían cambiado el Batman de Keaton fue clave para su regreso en The Flash. "Ese fue uno de los focos de mis conversaciones con Michael", explica el también director de It. "No solo tengo un profundo respeto por lo que hizo y cómo creó este personaje, sino que hablamos sobre esta historia y dónde encontramos a Bruce".
El resultado no es exactamente el héroe que el público podría recordar. Al igual que el Luke Skywalker escondido de The Last Jedi, este Bruce Wayne mayor está marcado por los eventos de las décadas intermedias. "Es muy escéptico del mundo con una desconfianza hacia los seres humanos en general".
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Además del pago de dos millones de dólares por su trabajo, otra de las razones que convencieron al también actor de Birdman y Hambre de poder de volver como el icónico superhéroe fueron los vínculos temáticos entre Flash y Batman. Bruce Wayne, tanto en la forma de Keaton como en la de Affleck, es "un mentor arquetípico, una figura paterna para Barry", explica Andy.
Y con Barry abriendo el multiverso viajando en el tiempo para evitar la muerte de su madre, Bruce Wayne de Keaton ve algo de sí mismo en el niño. "Bruce se da cuenta de que tiene más en común con Barry de lo que pensaba. Hay una resonancia emocional allí: ambos perdieron a sus padres", dice Muschietti, quien se perfila para dirigir el reboot de Batman con The Brave & The Bold.
