Cuando se trata de combate cuerpo a cuerpo, hay muchas disciplinas a las que recurrir. Hay karate, muay thai, jujutsu, gymkata y gun fu (esta última es una constante en el cine de John Woo y fue popularizada en occidente en The Matrix de las hermanas Lana y Lilly Wachowski. Hay muchas estrellas de acción que se especializan en ciertas ramas de las artes marciales (Keanu Reeves conoce la mayoría y John Wick 4 lo confirma) lo que garantiza que las escenas de lucha, siempre que estén bien coreografiadas, nunca pasarán de moda.
La clave de una gran pieza de combate cinematográfico es, por supuesto, el elemento humano. A pesar de que estos artistas en realidad no golpean a sus compañeros de escena (o, al menos, no deberían hacerlo), hacen que cada golpe luzca verosímil. En ese sentido, los espectadores se estremecen al ver a Jackie Chan dar una patada giratoria o a Michelle Yeoh absorbiendo todo tipo de castigo antes de lanzar una ráfaga de contraofensiva a su adversario. Pero, ¿cómo transmites ese impacto cuando estás representando a un par de robots CG intercambiando golpes?
Desde Transformers hasta Transformers: El último caballero, Michael Bay convierte los combates de Optimus Prime y Megatron en luchas de vida o muerte que destrozan extremidades. Son conceptualmente brutales, especialmente porque Optimus rara vez obtiene una victoria decisiva. Son el equivalente mecánico de Dan Dority y el Capitán Turner que se asesinan entre sí en medio de una calle en Deadwood.
Aunque la séptima y más reciente película de la franquicia, Transformers: El despertar de las bestias, no es dirigida por Michael Bay, el cineasta Steven Caple Jr. recurre a un referente imprescindible de la cultura popular para confeccionar las batallas y escenas de combate entre los poderosos y monumentales extraterrestres robóticos.
Básicamente, para la nueva película de Transformers que ya puedes disfrutar en las salas de Cinépolis y Cinemex a partir de este jueves 8 de junio, Caple Jr. estudió con mucho detalle la franquicia de Rocky, protagonizada por Sylvester Stallone. En una entrevista con The Hollywood Reporter, se le preguntó si su experiencia en Creed II fue de utilidad mientras organizaba las peleas cuerpo a cuerpo de los entes mecánicos.
"En realidad traje al mismo equipo de dobles. El coordinador de dobles de Creed II, Danny Hernandez [que trabajó muy de cerca con Michael B. Jordan] se acercó y me presentó a Shahaub Roudbari, un fantástico coordinador de peleas. Sólo quería asegurarme de que tuviéramos algunas secuencias de pelea realmente geniales", declara Caple Jr.
El impedimento obvio era la falta de carne y sangre. Caple Jr. corrigió esto aumentando el grado de contacto: "Cuando estás haciendo una película de boxeo como Creed, tienes que fingir los golpes. Nadie podría ser golpeado, o al menos esperas que no lo hagan. Pero en esta, realmente podrías golpear a tus robots. Estás tratando de hacer que la gente se estremezca a pesar de que todo lo que ven en la pantalla es falso. Ese es el objetivo de toda ficción". Esta estrategia recuerda cuando Shawn Levy, al dirigir su película Gigantes de acero, contrató al excampeón mundial de peso mediano Sugar Ray Leonard para diseñar los estilos de combate de las máquinas.