Ellen Pompeo y Katherin Heigl gozarón de gran popularidad a partir de su participación en Grey's Anatomy, la exitosa serie médica que va a estrenar su temporada 20. Después de más de 18 años interpretando a Meredith Grey, la actriz de 53 años anunció su salida, con la intención de explorar otras oportunidades laborales, siendo Orphan su próximo proyecto, una serie de terror inspirado en la trama de La Huérfana. En una platica con Variety, ambas actrices hablaron sobre su experiencia trabajando en la producción iniciada por Shonda Rhimes y lo que las motivo a abandonarlo.
"He estado en el programa tanto tiempo que estoy feliz de dejarlo pasar. Estamos más allá de ese punto. Creo que está bien que Meredith deje de tomar malas decisiones", explicó Pompeo durante la plática. Aún así mostró su agradecimiento con los productores y el público por acompañarla en ese camino, ya que está convencida de que hicieron un espléndido trabajo. Además explicó que seguirá formando parte de la serie, pero esta vez como productora.
Por su parte, la protagonista de La cruda verdad dejó el programa repentinamente. La actriz había ganado gran popularidad por su interpretación como Izzy Stevens. ya que era uno de los personajes pilares de la serie médica. En diferentes entrevistas la actriz declaró que el motivo de su salida se debía a la adopción de su primera hija, ya que las grabaciones le imposibilitaba pasar tiempo con ella, además de que en diferentes ocasiones se quejó de las horas de grabación. Heigl decidió pausar su carrera para concentrarse en su familia, la cual se expandió con la llegada de Adelaide Marie Hope y su hijo biólogico Joshua Bishop Kelley, Jr.
Sin embargo, su salida estuvo rodeada de muchas especulaciones, ya que existían rumores de que tenía una mala relación con Shonda Rhimes. Además, era sabido que la actriz constantemente críticaba el trabajo de los guionistas, lo que generaba un ambiente de tensión en el rodaje, esto se vio reflejado cuando en 2008 rechazó un Emmy argumentando que su personaje no había sido bien desarrollado por los creadores. Estas decisiones hicieron que los fans arremetieran contra ella, llámandola ingrata.
Heigl no temía a decir lo que pensaba de las producciones en las que trabaja, sin embargo sus declaraciones la metieron en varios problemas, al punto de que su nombre encabezo la black list de Hollywood, llamándola la actriz más complicada para trabajar en la industria, por lo que su carrera se vio bastante afectada. Aún así ha tenido la oportunidad de trabajar en otros proyectos como Firefly lane de Netflix o Suits.
Durante la platica con Variety, la actriz reafirmó que su salida se debía al estrés dentro del rodaje. "Estaba aquí arriba en mi cabeza, en mis entrañas, en mi mente, en mi vida. Estaba vibrando a un nivel demasiado alto de ansiedad. Para mí, todo es un poco borroso, y me tomó años aprender a lidiar con eso, dominarlo. Ni siquiera puedo decir que lo he dominado, pero saber trabajar en eso, esa ansiedad y miedo, y el estrés es estrés. Y si deja el estrés por mucho tiempo, sin manejarlo ni abordarlo, puede ser debilitante", compartió.
Ellen Pompeo secundo la declaración de su compañera y aseguró que aún falta trabajar en esa área dentro de las producciones. "Escucho muchas historias; no escucho mucho apoyo. Esa es una de las cosas que trato de hacer ahora como productora", añadió. Asimismo Katherin Heigl considera que fue sacrificada injustamente por hablar con la verdad y después de recibir mucho hate, está aprendiendo a lidiar con ello.
Creo que la mayoría de las mujeres lo hacen, estando en ese modo de complacer a la gente. Es realmente desconcertante cuando sientes que realmente has disgustado a todos. No era mi intención hacerlo, pero tenía algunas cosas que decir y no pensé que iba a tener una reacción tan fuerte.