La carrera actoral de Keanu Reeves lo ha llevado por decenas de personajes en toda clase de películas, pero fue desde que las hermanasLana y Lilly Wachowski lo eligieron como el icónico Neo en Matrix, que su nombre se convirtió en estrella.
En aquel momento fue acompañado de Carrie-Anne Moss como Trinity y Laurence Fishburne como Morfeo, y trascendieron en la cultura popular como algunos de los personajes más memorables del séptimo arte. Han pasado casi 25 años y la película sigue posicionándose como una de las más queridas de la década de los 90 y del género de ciencia ficción.
Después de múltiples éxitos en taquilla le llegó a Reeves la saga John Wick, donde interpretó a nuestro querido Baba Yaga responsable de sangrientas muertes que hasta la fecha recordamos con emoción (esto si eres fan de gun-fu como nosotros).
Con la llegada del nuevo milenio también aparecieron cintas que se identificaron como algunos de los mejores títulos en la historia del cine. Específicamente hubo una trilogía que se posicionó como la mejor de todas, provocando que algunos la consideraran como el trío de películas por excelencia, superando a El Padrino de Francis Ford Coppola. Sí, hablamos de El señor de los anillos de Peter Jackson, basada en la obra épica de fantasía del autor británico J.R.R. Tolkien.
Resulta que el ganador del Oscar a Mejor director por El señor de los anillos: El retorno del rey no se sintió amenazado ante las peticiones de Reeves para aparecer en sus películas. Durante una entrevista para la revista Rip It Up, el protagonista de Speed reveló que tenía a sus agentes trabajando día y noche para cumplirle su sueño de interpretar a Aragorn, pues trabajar con el cineasta neozelandés era uno de sus deseos más fuertes y se propuso a obtenerlo a todo lugar.
Tengo a gente haciendo llamadas ahora. Espero que [Jackson] piense que soy adecuado para el papel. Soy el hombre que buscan. Aquí estoy.
Lamentablemente para él, y buena suerte para el actor estadounidense, el realizador de King Kong y The Beatles: Get Back decidió que era mejor si el papel quedaba en manos de Viggo Mortensen, que recientemente había protagonizado el remake de Psicosis a manos de Gus Van Sant, director con quien Reeves había trabajado en My Own Private Idaho. ¿Se imaginan cómo sería Aragorn si Keanu lo hubiera interpretado en la pantalla grande?
El señor de los anillos se convirtió en un fenómeno mundial y cinematográfico, consiguiendo 30 nominaciones en los premios Oscar y 17 estatuillas luego del lanzamiento de la primera cinta en 2001. Si bien fue Jackson quien logró la hazaña de adaptar el libro cinematográficamente, ni siquiera Stanley Kubrick, a quien le ofrecieron volverla en película, se atrevió a llevarla a la pantalla grande al creer que era imposible recrear los paisajes y personajes frente a la cámara, pero el neozelandés pasó a la historia por probar lo contrario.